11 Tercera parte. Una vida

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Andrus seguía buscándola y entró en la cocina, Florence, quien bajaba las escaleras, lo vio y corrió hacia el lo mas rápido que pudo, desesperada, esquivaba a las personas para encontrarse nuevamente con su amor, para refugiarse en sus brazos, y tratar de olvidarlo todo
- volviste dijo entrando en la cocina y abrazándolo fuertemente, el solo la apretó fuerte contra su pecho, envolvió sus brazos en ella y beso su frente, como si no la hubiese visto en mucho tiempo.
- Te estuve buscando tanto, estas bien? Dime te han herido?
- Estoy bien.
- Qué fue lo pasó!?
Ella permaneció en silencio mientras se alejó de él con suavidad y solo hizo como si no hubiese escuchado su pregunta, camino lentamente y se acercó a la venta mirando la luna y la noche.
- Florence!!. Ella dio la vuelta y lo miro.
- Esta noche ha sido extraña no crees? dijo evitando su mirada y volviendo a fijarse en la ventana
- Si, lo sé, ha sido una noche de mierda, yo...
- Nunca me he sentido más libre, dijo con un tono burlesco, su voz se entrecortaba, sus manos le temblaban y su mirada era muy diferente.
El la miro preocupado, pero ella permanecía viendo el cielo.
- de que estás hablando?
- No lo sé, dijo soltando una pequeña risa, todo es una mentira, haz pensado en la mierda que es este mundo? todo es un asco, todo esta podrido.
- Florence de que estas hablando!? Dime!!
- Sabes lo que es sentirse atrapado en tu vida? Sentirte maldito por tu pasado y escuchar a todos esos fantasmas día y noche atormentando y torturando tu mente?
Andrus tenía en mente algo terrible cuando sus pensamientos fueron interrumpidos.
- Una vez me preguntaste cuál era mi primer recuerdo. Andrus solo la miraba 
- en ese momento no supe responderte, quieres saberlo? Esta bien te lo diré.
Estoy en mi habitación, sola, la luz del sol se había ocultado ya y mi padre llego a las 9:30 como de costumbre, no le di importancia y seguí jugando con los retazos de papel que yo mismo había cortado, me divertía mucho jugando, pero los gritos empezaron y me paralice por completo, mi imaginación se esfumo y no podía dejar de escucharlos. Era como si estuviesen en todos lados y atravesaran las paredes, como si esos gritos destruyeran la frágil barrera feliz que mi imaginación creaba y me arrastraba a la realidad. Sus gritos me helaban la sangre, Eran horribles, solo quería llorar, pero aquella noche me canse y decidí bajar, estaba descalza y tenía en mi mano a puky, mi oso de peluche, yo... enserio amaba a ese oso, era mi conforte, mi único amigo y la razón por la cual podía dormir por las noches, baje las escaleras llorando, mi madre estaba en el piso y sangre salía de su boca, mi padre tenía en su mano un cinturón con una gran hebilla plateada, el olor que provenía de el era de alcohol puro, dio la vuelta y me miró, era alto y su mera presencia me atemorizaba, corrí hacia mi madre sin verlo a los ojos, me refugié entre sus brazos, yo... pensaba que podía protegerla. Era muy inocente, mi padre entró en furia al ver que lo ignoré y que corriera hacia ella, el solo río. ambas son unas putas dijo caminando hacia nosotras, tome muy fuerte la mano de mi madre y con la otra sostenía mi oso, el agarró mi brazo y me jalo con todas sus fuerzas, solté la mano de mi madre y caí en el piso a unos metros golpeándome la cabeza, mi padre empezó a golpearla nuevamente, golpeaba su cara y su cabeza con el cinturón, corrí hacía el y patee su pierna, el la dejó, se agachó y me dijo que aquello era necesario e intento abrazarme, yo solo lo aruñe y me aleje de el, pero mi oso había quedado bajo sus pies, el me miro con desprecio y lastima, tal vez veía a mi madre atreves de mi,  también tendrás que aprender dijo tomado mi oso y llevándolo a la cocina, agarro unas tijeras y lo partió a la mitad, quise llorar pero solo corrí para abrazar de nuevo a mi madre, el solo nos miro y salió de la casa.
A veces, cuando estoy apunto de dormir no puedo evitar escuchar sus gritos, siempre me refugiaba en mis cobijas para no escucharla. Siempre quise vengarme de la gente de mierda, y esta noche lo hice.
- Andrus no sabia que contestar, lágrimas caían por sus ojos y solo quería abrazarla para jamás soltarla pero no se atrevió.
- que hiciste?
- Mate a Jacob, intento violarme, lo apuñale con mi cuchillo hasta la muerte, era una porquería, sabes que el y su grupo violaron a muchas chicas? Son la peor escoria que puede existir. Todos aquí lo son, pero esos asquerosos hijos de puta llegaron a otro nivel.
-mierda, dijo, esta bien, debemos llamar a la policía, fue en defensa propia, todo estará bien si? decía nervioso
- No, le dijo, ya nunca nada estará bien.
- de que estas hablando?
- ella río con la mirada baja, que voy a matar a Dylan susurro.
Andrus había quedado en silencio contemplándola
- Andrus, yo te amo, dijo acercándose a el y abrazándolo, solo tú eres mi paz y consuelo, quiero estar contigo para siempre. harás lo mismo por mi cierto?
El la miro demasiado confundido y sintiéndose muy extraño.
- nos amamos, por eso nos entendemos tanto, nos amamos de formas que las palabras no explican por eso... por eso me entiendes... verdad? Dime que estarás conmigo. Dime que haremos esto juntos.
Andrus había quedado en silencio con la mirada perdida.
Florence lo miro y se acercó a el dándole un beso en los labios mientras acariciaba su cabello. Los ojos de Andrus se llenaron de lágrimas, el había llorado algunas veces en su delante, pero nunca lo había visto llorar de esa manera.
- Lo siento. no puedo con esto, dijo mientras sollozaba y la alejo de él, la miro destrozado, destruido y salió de la habitación sin voltear y sin decir nada mas.
Cuando Andrus salió de la cocina vio a Claris, estática y con una sonrisa macabra, tenía el vestido sucio y roto lleno de extrañas manchas que se reflejaban aun más por las luces de la fiesta.

En el alba de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora