El festival de las flores marchitas

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Al llegar a un pueblo lo normal es ver a las personas trabajar, están vendiendo o haciendo trueques con vacas, borregos o cualquier cosa con lo que puedan sacar algo para sobrevivir, ver niños corriendo de un lado a otro mientras ríen o son regañados es algo normal....pero este pueblo sin duda alguna no era normal.
Todo estaba hecho un cáos, gente corría de aquí para haya cargando sacos de tela, moviendo agua de un lado a otro, moviendo al ganado, algunos estaban colgando banderillas moradas de casa en casa, otros se encargaban de barrer y muchas cosas más se estaban haciendo al mismo tiempo, había gritos y voces combinadas que hacían dificil entender lo que decían. Pero lo más impactante era que nadie parecía haberse percatado de su presencia, ni una mirada, todos estaban concentrados en lo que hacían...mejor para él, le sería más fácil.
Entre tanto caos se le ocurrió que los únicos lugares calmados serían las tiendas fijas, no las que estaban montando así que comenzó a caminar entre la multitud hasta que vio una tienda de arte que no parecía tener mucha actividad por dentro, caminó entre la multitud y cuando llegó se metió sigilosamente mirando a todas partes. El lugar estaba lleno de pinturas y retratos muy bellos, quien quiera que hiciera esas obras era muy talentoso y lleno de imaginación. No mucho tiempo después salió una mujer detras del mostrador -Lo siento, los pedidos se cerraron hace unas horas, si vienes en una semana podré atenderre...al menos que quieras algo de aquí- le dijo a Geralt que estaba de espaldas, él se volteó despacio y vio a una mujer de 32 años aproximadamente, vestía un vestido rojo vino y tenía una cabellera china de color negra -Vaya, conque no eres de por aquí- le dijo seductoramente mirandolo de arriba a abajo -Mmm- respingo Geralt y se acercó a ella -Estoy buscando a una persona- le dijo y ella se sentó en el mostrador -¿a quien podrias estar buscando?- le dijo y Geralt fruncio el entrecejo - Un hombre llamado Pitmont, organiza las reuniones con el consejo del rey o eso me dijeron- la mujer se le quedo viendo fijamente y de la nada comenzó a reirse, a carcagearse y agrrarse la pansa de la risa, ahora Geralt comenzaba a molestarse -¿Acaso dije algo gracioso?- le gruño y la mujer se comenzó a secar las lágrimas de su rostro con la mano -lo siento, es solo que uff- dijo echandose aire con las manos para controlarse -Nadie ve a Pitmont en estas fechas, mucho menos con el festival de esta noche, es un hombre muuuuy ocupado, rara vez se le ve en el pueblo y cuando esta solo es para tomar unos tragos y reclutar gente y no se que más cosas- le respondió relajandose y comenzó a arreglar su mostrador -¿Festival?- le preguntó y ella asintió -el festival de las flores marchitas, es la noche en que todos reúnen las cosas que ya no les sirven o consideran que contienen recuerdos dolorosos, los juntan en el centro y se hace una hoguera, es simplemente asombroso- le dijo, pero Geralt no tenía tiempo para ponerse poeta..eso se lo dejaba a Jakier y tenía que encontrarlo lo más rápido posible -¿Dónde lo puedo encontrar? Es urgente- le dijo con cara de impaciencia, ella lo noto y suspiró -Pues estan buscando peleadores para que protegan su pellejo esta noche, estaran compitiendo por los puestos en la carpa 6 pero debes darte prisa porque la competencia comenzará en poco tiempo- Geralt asintió, eso le servira bastante para encontrar a Jaskier -Supongo que tienes retratos del tal Pitmont -le dijo y la mujer asintió, se gacho y de unos gabinetes sacó una pintura pero la sostenía alrevez para que no pudiera ver la pintura todavia, Geralt suspiró "humanos...aqui vamos de nuevo" se dijo -2 monedas es lo mínimo que pido por todo lo que te eh dicho- le dijo fingiendo una sonrisa, Geralt volteó los ojos y sacó su saco con monedas -Aquí tienes- le dijo de mala gana, tomo la pintura y la inspeccionó; era un hombre con barba y bigote negro, ojos marrones pero de alguna manera llenos de malicia, era completamente calvo y vestía elegantemente -Confío que es un retrato verídico- le dijo mirandola con toda la amenaza que podía transmitir, ella retrocedió y asintió -completamente- le respondió, con eso él asintió y rompio el retrato con su rodilla haciendo que ella brincara del susto -ahora tienes algo que quemar- dejo las piezas en el mostrador y salió de la tienda, tenía que encontrar a Pitmont y si tenía que proteger su pellejo para que le dijera alguna pista sobre Jaskier entonces lo haría, competiria para así estar cada vez más cerca de aquel bardo.

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