Mi único amigo

En la boca del lobo

Geralt sintió como alguien lo agitaba violentamente y sin ningún cuidado, comenzó a abrir los ojos poco a poco cuando sintió como una patada asestaba en su estómago lo cual hizo que se despertara y pusiera alerta inmediatamente -Que caraj..- pero no pudo terminar porque un puño acabó en su cara haciendo que quedara boca arriba. Sus ojos comenzaron a enfocar hasta darse cuenta de lo que estaba pasando, lo último que recordaba era ver a Jaskier en una condición deplorable en las mazmorras... ¡Jaskier! Tenía que encontrarlo, se incoó de golpe para levantarse pero se dio cuenta que dos brazos sostenían fuertemente sus hombros, manteniéndolo quieto, fue entonces cuando supo lo que estaba pasando.

Primero que nada no tenia su espada con él, volteó a ver a uno de los guardias que lo sujetaban y se dio cuenta que éste la tenía  colgada de lado, eso lo enfureció. Al parecer sus brazos estaban atados detrás de él, haciendo imposible que los moviera, sus pies también estaban en la misma condición ya que cuando intentó moverlos simplemente sus movimientos se veían limitados debido a que estos estaban encadenados. Geralt miró a su entorno y se dio cuenta que estaba en el salón principal del castillo, dos guardias lo sujetaban contra el piso, mientras que frente a él estaban el trono del rey ... el cual estaba presente, pero lo que más le sorprendió y lo llenó de ira fue ver que del lado derecho del rey se encontraba Aldous, con una rostro casi completamente inexpresivo mirando hacia el piso. Entonces lo recordó, alguien lo había golpeado en la cabeza, dejándolo inconsciente, le dolía horrible donde había sido el golpe y el ver a Aldous parado frente a él y no encadenado sin duda era la viva prueba de que quien lo había golpeado por la espalda y traicionado había sido aquel "caballero", quien le había jurado que sólo quería robar el castillo... que ingenuo había sido. Estaba a punto de hablarle y exigirle una explicación cuando el Rey comenzó a hablar -Vaya vaya pero si es Geralt de Rivia, el lobo blanco, diría que tu presencia en mi castillo es un placer pero estaría mintiendo, aunque debo decir que algo predecible- el rey rio irónicamente -Te ha traicionado tu corazón... brujo... quien diría que bestias como tu si tendrían sentimientos- luego su mano hizo un ademán en la dirección de Aldous para que se acercara, éste, con la cabeza gacha se acercó al rey -Te felicito Aldous, debo decir que me impresiona que pudieras engañar a un brujo para que entrara al castillo, te subestime.... denle el saco de oro y que se vaya de aquí, espero me informes donde pueda localizarte por si en un futuro necesito tus sevicios u otro brujo- volvió a reir y el saco de oro le fue entregado, Aldous hizo una leve reverencia -Gracias mi señor- Geralt no dejaba de observar al maldito caballero, jamás debió de haber confiado en él, solo era otra sabandija que buscaba sobrevivir.

Durante todo el camino de Aldous hacia las puertas, Geralt jamás dejó de observarlo con ira, como su lo pudiera matar con la mirada, lo cual quería hacer, su quijada crujía de tanta rabia que tenía. De mínimo el llamado caballero lo volteó a ver una vez y Geralt juró que vio un chispazo de remordimiento, pero tan pronto apareció, Aldous volteó la cabeza. Seguía pensando en formas de asesinarlo lentamente cuando la voz del maldito rey volvió a sonar, haciendo que Geralt regresara la mirada a él -Debo decir que no esperaba atrapar al bardo de nada más y nada menos que del Lobo Blanco, el retoño se negó a decirnos tú ubicación a pesar de mis... métodos y cuando quisimos utilizarlo como carnada para esperar que aparecieras y vinieras por el te nos adelantaste, aunque siendo honesto no creí que el plan funcionaría así que el hecho de que estés aquí significa que ese bardo te importa... aunque sea un poco- Geralt irradiaba ira por todas partes, si había sentido rabia por la traición de Aldous sin duda no era nada comparado a lo que sentía por este rey, cuando cazaba monstruos era su responsabilidad exterminarlos peor a su parecer y justificando con el estado en el que había visto a Jaskier en el corto momento en el que sus ojos lo observaron, este tipo junto con sus cómplices eran unos monstruos y para su suerte el trabajo de Geralt era exterminarlos.

El rey se había levantado de su trono y había empezado a caminar hacia él -Cuidado mi señor, no se acerque mucho a esa bestia- Geralt le gruñó, no le importaba que le vieran los dientes -No me hará nada, no mientras tenga a su bardo- luego colocó una mano en su barbilla, la alsó para que Geralt lo viera directamente a los ojos y le sonrió, Geralt gruñó -Por qué no dejas de ser un cobarde, me quitas estas cadenas y arreglamos esto- le dijo sonriendo entre dientes, el rey le soltó la barbilla -Todo a su tiempo brujo... en unos días habrá una ceremonia y tú eres el perfecto ejemplo que mostraré ante todos, después te seguirán los bardos, no temas que tu tiempo llegará... y todo el mundo sabrá el monstruo y las charlatanerías que representan los de tu tipo. ¡Llévenselo!- los guardias lo alzaron con rudeza pero Geralt no se los haría fácil así que comenzó a moverse, intentando zafarse de su agarre aunque parecía que su esfuerzo era inútil, con sus brazos y pies atados con cadenas no habría mucho que pudiera hacer. Justo antes de que salieran de la sala del trono, escuchó por última vez la voz del rey -Y brujo... si intentas algo, recuerda lo mucho que aprecias al bardo y piénsalo dos veces- con eso lo sacaron del salón del trono. Fuck pensó, sin duda estaba en problemas, irónicamente estaba en la boca del lobo, sin ninguna idea de lo que haría para sacarlos a él y a Jaskier de aquella situación.

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No me odien T.T sé que tardé casi un año en actualizar  y que este capítulo es muy corto pero haré lo posible para compensar ese tiempo de espera. Gracias a los que han seguido la historia desde el principio y sobre todo agradezco su paciencia, lo interesante apenas está comenzando ;).