Una Familia Moderna De: Star Wars

Capitulo 8

La vista era simplemente "cautivante". Un montón de navecitas transportando a soldaditos a las afueras de una enorme base con forma de esfera, algunos soldando, otros maniobrando naves con aparatos industriales de valores de los que te abren la boca de un vistazo. Palpatine, ahora revelado como Darth Sidius miraba como si de un niño pequeño se tratase, por fin su juguete comenzaba a tener forma, la "Estrella de La Muerte" era cada día algo más cercano a una realidad. Anakin no sabía como reaccionar, el solo hecho de ver todo aquello ya tan avanzando le hacía creer que Sidius nació planeando todo esto, hasta el más mínimo detalle.

-¿En que piensas Anakin? —La voz siniestra del Lord Sith retumbó por toda la habitación que hasta ese entonces yacía silenciosa- Pareciera que algo te perturba.

Anakin Titubeó, no podía decir que el hecho de que un arma tan grande fuera el principal proyecto del imperio le daba gran desconfianza.

-Nada —Mintió Anakin— Solo me preguntaba como llenaríamos una base tan grande como esa, caben hasta algunos destructores estelares.

-Oh, créeme. Obtendremos los recursos necesarios para llenar esta majestuosidad —Las esqueléticas manos del emperador se juntaron entre sí y empezaron a refregarse la una con la otra, como si tratara de entrar en calor— Las nuevas políticas del imperio se encargaran de eso y para eso te necesito.

-¿Si? ¿Que quiere que haga?

-Tu experiencia en Las Guerras Clon es sumamente importante, nada impone mas que un maestro del arte de la guerra.

- ¿No pretende que yo vaya declarando guerras con todos los planetas que se niegan a aliarse verdad?

- Oh, claro que no - dice Palpatine mientras se rasca la nuca-. Eso es muy violento, ademas de caro.

- Créeme que el precio le preocupa mucho - dice el General Grievus, entrando a la habitación con una charola con tazas, un termo y una jarrita con te-. Se ha estado viciando a un programa de tacaños extremos y ha aplicado muchos trucos, por ejemplo ahora defecamos en un inodoro que expulsa todo directamente al espacio, así nos ahorramos agua y la instalación de cañerías.

Anakin y El Emperador se quedaron viendo a Grievus por varios segundos, la tensión era increíblemente incomoda. Palpatine se froto la frente en señal de vergüenza, aun se preguntaba porque seguía teniendo a la chatarra esa en sus filas.

- Oh- Grievus levanta la charola y con sus dos brazos extras sirve un te-. ¿Quiere su té de matcha señor?

- Si, por favor - dice Palpatine para pasar a sentarse-. Es un poco vergonzoso pero últimamente estoy cuidándome mas, a mi edad algunas cosas se ponen algo lentas y en Internet leí que este té ayudaba, espero no te moleste Anakin.

- Oh no pasa nada -Anakin se sienta en una silla al lado del emperador-. Padme igual se hace sus infusiones y cosas así, quizás deba darle una probada, ella tiene una piel muy suave... ademas me esta costando un poco hacer del "2"

- Permítanme interrumpir - dice Grievus mientras se ponía unos lentes de un cristal bastante gruesos y sacaba una tableta, deslizo sus dedos en las pantalla hasta que encontró lo que buscaba y le mostró a Anakin-. Este batido de fibra te servirá, lleva arándano, plátano, nueces y leche, puede ser de bantha pero te recomiendo la de almendras...

Y así se pasaron unas buenas horas, buscando batidos de fibra, proteínas y Anakin dio algunos trucos que usaba para tener su cabello así, claro que tanto a Grievus como a Palpatine no le servían, son calvos, pero el conocimiento nunca se niega.

Una campana suena, avisando que alguien estaba a la puerta de la oficina. Palpatine toca un botón de su mesa, haciendo que la puerta se abra.

-Continuaremos con esta charla mas tarde - Palpatine mira a Grievus y le apunta a la tablet que lleva en sus manos-. Guarda ese articulo para leerlo a la noche, me interesa ese asunto del ayuno intermitente.