Para secar tus Lágrimas

15 de mayo

Querido diario:

Creo que de la única cosa que puedo estar completamente segura, es que todas las personas que conozco, querrán asesinarme después de ver lo que he hecho está tarde. Pero ni siquiera me importa, ¿sabes por qué?..., porque he tomado la decisión más radical de toda mi vida. Y realmente pienso que hice muy bien en cortar mí kilométrico cabello.

            Este mediodía me llevé una gran sorpresa, porque cuando estaba a punto de terminar de almorzar para ir al instituto, alguien hizo sonar el timbre de la puerta de casa. Ese alguien era Luana, mi prima…, ella le había avisado a mamá que pasaría a buscarme para ir juntas al colegio. Obviamente, mi queridísima madre se olvidó de contármelo.

            —¿Estás bien? —preguntó mi prima mirándome con sus gigantes ojos grises.

            —Sí, ¿por qué?

            —¡Luces terrible!

            —Gracias, prima —dije—. Qué dulce eres.

            —Hablo en serio —Ella sonó triste—, no te ves muy bien.

            —Es que no estoy bien del todo.

            —Lo sé —murmuró—. Creo que debes hacer algo que te haga sentir mejor.

            —¿Cómo qué?

            Ella se encogió de hombros.

            —No sé.

            Fue en ese momento en que me prendió la lamparita. Qué mejor que un maravilloso corte de pelo para mejorar los ánimos.