Danganronpa: Criminal Mind

Acto 2 (3/5)

Internado Ojos del futuro: Habitación de Shiori
Horario nocturno

~Shiori POV~

Regresé a mi habitación, con los pies casi arrastrando del cansancio.

Observé el objeto en mi mano; una caja de tampones, los típicos que las mujeres suelen usar. Pero...

¿Por qué estaba en la habitación de Tiago? Solo había dos explicaciones; o era un pervertido... O una chica.

Pero, ¿por qué nos lo había ocultado? No lo sé, tal vez es que yo soy muy entrometida y a él simplemente no le gusta que lo sepan...

Tras nuestro encuentro, Tiago había salido corriendo de la habitación, yo detrás de él, sin embargo, terminé perdiéndole la pista. ¿Dónde se había metido? El internado estaba cerrado, por lo que no pudo haber salido, pero, a pesar de ello, no le encontré por ningún lado.

Finalmente me lancé sobre mi cama, agotada.

Sentía que acababa de cometer un terrible error, uno que podía acabar con mi relación con Tiago...

Maldigo realmente este lugar.

-.-

Internado Ojos del futuro: Sala de conferencias
Horario de mañana

~POV General~

A pesar de llevar tan solo dos días en aquel encierro, algunos de los alumnos más aplicados ya se encontraban levantados y se encontraban esperando el anuncio matutino de Monodog, sin embargo, lo que terminaron escuchando era algo mucho más siniestro:

"Ejem... ¡Escuchen, malditos bribones!"

La voz que escuchaban, lejos de ser alocada e inentendible, era fría y amenazante: se trataba de la voz de Monokuma.

"¡No puedo creer que haya tenido que aguantar vuestras ñoñerías sobre la amistad, esperanza y toda esa mierda por dos días completos! Sois insufribles, así que decidí que voy a darles un pequeño... 'incentivo' para que comiencen a matarse. ¡Los espero en la sala de conferencias! Y más les vale no faltar, porque quien lo haga... Upupu, recibirá un castigo"

Tras aquel anuncio, los ElectroID comenzaron a vibrar al unísono, mientras mostraban la notificación de: Actualización disponible. Tras finalizar la descarga, un símbolo de exclamación apareció en el apartado de reglas, donde había sido agregada una nueva:

Regla n°14: No se pueden ignorar las órdenes directas por parte del general Monokuma o sus subordinados.

Definitivamente, el autoproclamado director y general quería dejar en claro que todos debían de asistir, claro, si no deseaban morir.

Los quince alumnos y su profesor se encontraron finalmente en el mismo lugar donde habían estado todos juntos por última vez, algunos con cara de sueño. Esta vez, el ambiente era distinto, excepto por ciertos individuos, todos parecían más confiados, como si lo que fuera que dijera Monokuma no les afectara.

Shiori, por su parte, observaba preocupada a Tiago y a Alice, que se encontraban apartados del grupo, mirando directamente al escenario. Ella deseaba arreglar las cosas, pero no era el momento aún.

"Veo que por fin están todos aquí" Se escuchó una voz desde tras bambalinas, antes de que no solo Monokuma, sino los tres robots, aparecieran dando un salto mortal hacia atrás, cayendo sobre sus respectivos puestos: Los dos tanques y la silla de dictador en el centro. "¡Ya podemos empezar!"