Nieve Distante, Brisa Gentil (Song Lan x Xiao XingChen parte 1)

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Advertencia:
Este capítulo contiene violencia explícita y gore. Se recomienda discreción. De ahí en adelante es suave.
Disfrute la lectura.
*Editado.


La noche transcurre en un bosque cercano a la ciudad BaiXue, la luna es brillante proveyendo una pálida luz blanca que iluminaba el follaje de los árboles los cuáles toman un ligero color aqua gracias a la suave luz prestada, la brisa era gentil y fresca, un agradable aroma de rocío mañanero se empieza a sentir y a impregnar el aire, se podría describir como una noche pacífica, casi onírica, pero, no es así...

-AH!- un cultivador es atravesado por una mano llena de uñas filosas justo en el corazón, con un rápido movimiento, el dueño de la mano extirpa el corazón del cultivador y unos dientes filosos lo devoran, justo frente a sus ojos, causando grandes salpicones de sangre mientras el corazón aún palpitaba como si el mismo órgano estuviera luchando para escapar y sobrevivir. El cuerpo del cultivador cayó pesadamente al suelo, su cadáver reflejaba una mueca de verdadero terror. Su rostro completamente desfigurado.

-¡Demonios!- gritó otro cultivador -mátenlo rápido...-no logró terminar la frase, esa cosa que había matado a su compañero y ya se había abalanzado hacía él, desgarrando su cuello con esas enormes uñas, regando sangre alrededor a chorros, pintando sus ropas de rojo carmín. Muerto.

Antes de que esa cosa pudiera acercarse a otro cultivador, fue atravesado por una espada justo en el corazón y decapitado con un rápido movimiento de muñeca.

-Ah..gra..gracias, hermano Son-zichen - contestó el cultivador al que acababan de salvar.

Estos cultivadores eran provenientes del templo BaiXue. Habían tenido reportes de múltiples asesinatos de viajeros. Los asesinatos tenían algo en común, eran sangrientos, algunos no tenían corazón y otros tenían el cuello cercenado, todos tenían rasgaduras profundas las extremidades, ¿los culpables?, demonios en forma de mujeres con uñas largas y filosas, facciones distorsionadas.

Estas eran las almas materializadas de mujeres asesinadas por sus parejas o de forma extremadamente violenta, estas pobres almas buscaban venganza sobre sus asesinos, sin embargo, dicha venganza es difícil de obtener debido a que los culpables, o ya estaban muerto o se encontraban viviendo en otras ciudad, por lo tanto, los demonios asesinaban a cualquiera que se les atravesara, animales, hombres, mujeres, niños, sin discriminar.

Los cultivadores del templo BaiXue ya se habían enfrentado a este tipo de demonios, pero, estos eran demasiado fuertes, algo los estaba excitando y fortaleciendo, haciéndolos más fuertes y violentos.

De un grupo de quince cultivadores que salieron a esta caza nocturna, sólo quedaban tres, uno de ellos era el mejor cultivador de ese templo, Song Lan, mejor conocido como "Nieve Distante" o "Helada fría" por sus compañeros. Song Lan.

-¡¡No podemos ganar!!- grito uno de los cultivadores, -¡¡debemos retirarnos!!- estaba temblando. ¡Al diablo, no quería morir!

No sólo se estaban enfrentando a un sólo demonio vengativo, eran cuatro demonios vengativos. Uno ya estaba muerto, el que fue decapitado por Song Lan.

Los demonios estaban vestidos de la misma manera, seguramente las mujeres en vida, eran miembros de la misma familia. Dentro de estas mujeres dos eran mujeres mayores, al rededor de cuenta o sesenta años, una era una anciana de probablemente ochenta años y la última, una niña de unos siete o diez años. A Song Lan se le encogía el corazón al ver a la niña con sangre en la boca haciendo sonidos guturales e inhumanos, viéndolo con ojos de sed de sangre y venganza, hambrienta.

-Habrá más muertes de inocentes si nos retiramos ahora- concluyo Song Lan mientras sacudía la sangre en su espada. Siempre se veía tan fuerte, siempre se veía tan tranquilo. Podría estar a punto de morir y su expresión nunca cambiaba.

-Todos nuestros hermanos están muertos, sólo somos tres- gritó uno de los cultivadores que estaba a punto de salir corriendo.

-Al diablo- gritó uno de los cultivadores -si quieres morir, ¡por mi está bien!, ¡yo aprecio mi vida!- este cultivador, de manera cobarde, dio media vuelta y salió corriendo como alma que lleva el diablo lejos de ahí.

Más allá de la novelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora