Dominio y Sumisión (Xue Yang x Xiao Xing Chen)

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Advertencia:
Este capítulo contiene situaciones adultas entre los personajes ya mencionados. Es clasificado como un capítulo "hard". No es apto para todos.
Nota: la letra en cursiva son pensamientos.
Dicho esto, disfrute la lectura.
*Editado.


Sólo recuerdo que estaba respirando con mucha dificultad, tenía los ojos fuertemente cerrados, estaba furioso...corrí...corrí...

De entre la oscuridad y vagos pensamientos de esta persona vino la imagen de un edificio en llamas, los gritos de mujeres y hombres rogando por salir. Se podía sentir el calor. La imagen en general era magnífica, era arte y él había sido escultor.

Sonreí...estaba en éxtasis. Recuerdo que una persona estaba a mi lado, estaba usando un uniforme de la secta Lanling Jin, usaba un sombrero negro y sonreía...

De nuevo la imagen de ese burdel en llamas desapareció y fue sustituida por otra. Ahora estaba en unos aposentos ligeramente lujosos, un hombre estaba atado a una cama, estaba muerto. Un gran número de prostitutas estaban sobre él, complaciendo ese cuerpo sin vida, ya presentaba rigor mortis.

-No se detengan aunque muera!-

Recuerdo que gritó ese chico que vestía el uniforme de Lanling Jin y el sombrero. Yo estaba satisfecho...hacer todo eso era muy divertido, realmente lo disfrutaba, me gusta ver como sufren las personas...jejeje...De nuevo, estaba sonriendo.

La imagen volvió a cambiar, ahora esta persona que estaba sumergida en recuerdos y eventos pasados ahora estaba arrodillado en el suelo, sus ojos abiertos y sus dientes apretados por coraje, sus encías sangraban por la fuerza de su mordida.

-Ya no me sirves- esa persona de Langlin Jin, su horrible marca roja en frente y ese sombrero -mátenlo- ordenó, ahora lo veía como un insecto, una cosa inútil

Maldito, ahora recuerdo...me traicionaron, a penas logré huir...te mataré...me vengaré, me vengaremevengaremevengare...

De nuevo, oscuridad, no había nada más que oscuridad. No hubo más imágenes, no hubo más recuerdos, nada.

Jeje...tal vez ya estoy muerto...ese maldito Jin Guanyao...

La persona en el suelo, la dueña de estos recuerdos abrió ligeramente los ojos, se encontraba su cuerpo era inoperable, no respondía sus comandos y su visión era borrosa. Sus sentidos del olfato estaba embalado por el olor a sangre, su boca tenía un sabor metálico, además tenía tierra en la boca.

Asi que a esto sabe la tierra...huele a pasto...este sabor ¿es mi sangre?, bah, qué importa, no me puedo mover...

Lo último que hizo este ser moribundo fue sonreír mostrando dos caninos bien definidos, aún estando al borde de la muerte esa infame sonrisa no desaparecía. El último recuerdo que vino a su mente fue la silueta de una persona vestida de blanco con una sonrisa amable, su hermoso cabello color azabache, su piel que parecía marfil finamente tallado y ese extraño halo de luz que la rodeaba.

Daozhang...daozhang...Soltó una pequeña risa burlona y de nuevo se sumió en la oscuridad. Estaba seguro que ese había sido su último suspiro. Es una lástima, no pudo cumplir su promesa de manchar a Daozhang.

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Ah, ¿qué es esta calidez?, ¿así debe de sentirse el infierno?

Abrió lentamente los ojos, una mano tersa estaba revisando sus heridas. Estaba acostado, miró hacia abajo en dirección a esa mano, su cuerpo estaba envuelto en vendajes, sus heridas tratadas y curadas.

Más allá de la novelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora