Vesánico Niñato (Xiao XingChen x Song Lan. Segunra aparición de Xue Yang)

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Advertencia:
Este capítulo contiene situaciones adultas, se recomienda discreción.
Dicho esto, disfrute la lectura.
Derechos de imagen: weibo
*Editado.


Hace unos meses que Xiao XingCheng y Song Lan se separaron para trabajar por su cuenta. Mientras Song Lan se dedicó a ayudar a las personas que lo buscaban para pedir exorcismos, Xiao XingCheng lideró la investigación sobre el incendio del burdel y la completa aniquilación del clan YueYang.

-¡¡¡Song-Zichen, Song-Zichen!!!- un cultivador joven con demasiada energía corre hacia la sala donde Song Lan se encontraba meditando.

-¿Qué pasa? ¿vino alguien a pedir un exorcismo?- responde Song Lan algo molesto por haber sido interrumpido.

-No...-el chico toma aire, parece que vino corriendo desde muy lejos, habla entre cortado con cada bocanada -te...llego...una carta...parece...ah...toma- extiende un sobre hacia Song Lan.

Al tomarlo, a ZiChen se le agrandan los ojos y la abrió con desespero -...- en cuanto terminó de leer se levantó y caminó rápidamente hacia el patio principal, sin decirle nada a nadie ni despedirse se montó en su espada y se retiró a toda velocidad hacia una dirección desconocida.

-¡¡¡Espere!!!- la voz de uno de los viejos monjes suenó desde el patio donde Song Lan emprendió el viaje -¡¡¡¡ZiChen!!!!- los gritos no llegaron, -¿pero qué pasó?-

El joven energético, ya con su aliento recuperado se acercó al anciano monje sosteniendo la carta en la mano -ZiChen recibió una carta de Xiao-Daozhang, dice que ya atrapó al culpable de la aniquilación del clan y del incendio.

La carta decía:

Mi estimado Song Lan, espero esta carta te encuentre en plena salud. La investigación terminó, logré dar con el culpable, su nombre es Xue Yang, sorpresivamente es el mismo joven impetuoso que conocimos en el mercado. Te espero en la Torre Carpa.

-Uh, ya veo...cuando se trata de Xiao-Daozhang, Song-ZiChen siempre actúa de forma precipitada.., déjalo, regresará después de reunirse con Xiao-Daozhang- el anciano monje se retiró de nuevo al interior del templo.

-Espere, maestro, ¿qué le diremos a las personas que busquen a Song-ZiChen para exorcismos?- preguntó el joven algo preocupado mientras se guardaba la carta en una de las mangas.

-Simple...-el anciano contesta con una voz tranquila - "por el momento no hay servicio, regrese más tarde"- (nel no hay sistema)

Mientras tanto, la noche llegó a la Torre Carpa.

En uno de los hermosos pasillos cubiertos de flores y rodeado de jardines de roca blanca se encentraban algunos guardias acompañados por un cultivador de ropas blancas. Los guardias tienen atado a un hombre joven de ropas negras, cabello en cola un poco despeinado con aspecto salvaje, ojos rojos y una sonrisa burlona que muestra caninos bien definidos.

Aunque joven, el chico parecía ser un animal enjaulada, guardando su energía para casar una presa más grande.

-Daozhang logró dar conmigo, me siento honrado- comentó el joven atado mientras uno de los guardias palpa su ropa buscando armas y objetos extraños.

-No entiendo como alguien tan joven como tú puede tener tanto odio en su corazón- responde Xiao. Su rostro siempre impecable, en calma. Su fina figura resaltaba con un gran porte, espalda derecha, sus ropajes blancos. Sus ojos fríos y al mismo tiempo amables. En conjunto imponía respeto.

-Daozhang...-respondió el joven con un tono lastimoso -yo solo soy víctima de las situaciones, nunca fue mi intención llegar a tanto- sonrió mostrando sus caninos, sus ojos estaban inyectados de ternura y locura. Veía a DaoZhang como un niño viendo una golosina.

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