Capítulo 14

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La chica nos miraba con bastante temor, aunque la Muerte haya dado su punto de vista, ella seguía bastante asustada.

Sabía que esta vez tenía que hablar dar mi punto de vista y si ella sigue creyendo que somos unas personas malas es algo que no podemos cambiar; si pudiéramos cambiar el pensamiento de las personas la Tierra sería diferente, pero nuestro padre decidió darles el poder de que hicieran lo que se les plazca mientras que los ángeles si teníamos órdenes.

– Si fuera tan malo como dices, ¿Por qué los castigaría? — ella me miró confundida.

— ¿Qué quieres decir?

— Querida humana, se supone que le tenía "envidia" a mi padre, así que decidí crear mi propio mundo para gobernarlo como me plazca y otras cosas que ustedes creen es que recorro mi maldad al mundo — toqué mi barbilla — si ese fuera mi mundo y soy tan malo que lleno de maldad a las personas ¿Por qué los haría sufrir? Se supone que si ustedes son malos yo debería llevarlos a un paraíso por desobedecer a Dios, no merecían el sufrimiento, si no, una vida llena de felicidad.

— Tengo miedo.

— No tienes porque — me acerqué a ella — no soy malo y no le tuve envidia a Dios, él me mandó a ese mundo y soy el encargado de hacerlos sufrir si hacen las cosas mal, además los protejo de algunos demonios, tampoco puedo salvarlos de todos — las lágrimas no tardaron en salir, esa chica lloraba a cantidad.

— Debes controlarte — la muerte tomó su barbilla y luego paso sus pulgares para limpiar sus lágrimas — debes abrir tu mente, se supone que eres la humana que Luzbel eligió y estás actuando como una cobarde.

— Necesito más respuestas ¿Por qué si dices que nos proteges de demonios ellos nos poseen? ¿Por qué no detienes eso?

— Son reglas, todo tiene reglas — miré por la ventana — los demonios se alimentan de miedo y más de las personas vulnerables, los débiles que no pueden ni siquiera controlarse, aunque vayan a una iglesia o lean ese libro todos los días no quiere decír que están a salvo, además esas son las personas más vulnerables.
Samantha todos los ángeles y demonios sabemos como son los seres humanos, el único que no sabe eso es Dios que aún así los sigue amando, el que elige quien entra al paraíso o al infierno es su hijo humano, si pusieras a Dios a elegir el los mandaría a todos al cielo sin importar que hubieran hecho. Ustedes están llenos de pecados desde el principio ¿Crees que Adán y Eva están disfrutando el paraíso? Escucho sus gritos todos los días pidiendo piedad para que los saque, esas fueron las almas más exquisitas que he probado.

— Si sigues siendo el ángel tan bueno como dices ¿Por qué te alimentas de almas?

— En el paraíso no era necesario alimentarse ya que éramos guerreros que defendían el Edén, así que no había problema si peleábamos día y noche no pasaba nada, pero el mundo de las tinieblas es peor. Cuando tengo que mandar a una persona al infierno a que sufra una parte de mi se iba con esa persona mi alma estaba desapareciendo así que era un intercambio, ellos tomaban la parte pura de mi para poder cruzar mientras que yo tomaba su asquerosa alma para no desaparecer. Los ángeles podemos morir, somos inmortales solo en la tierra en el resto de mundos nos tenemos que cuidar porque podríamos desaparecer.

— Todos vamos a desaparecer menos los siete arcángeles, que van a indicar el apocalipsis y eso será un caos — la muerte sonrió macabramente — estoy esperando ese momento para por fin ver a los humanos sufrir, ver como agonizan, mientras que piden de rodillas el perdón y aún así eso no los ayudaría.

Por primera vez en toda mi vida me sentiría bastante satisfecho de que los humanos pagarán por todas las cosas que hacen, toda esa maldad que ellos mismos crearon y lo único que hacen es culpar, siempre tiene que haber a alguien a quien culpar. Deberían enfrentar las cosas que hacen sin culpar a nadie.

— Te lo diré de una forma más fácil, ¿Crees que Adán y Eva están disfrutando del paraíso? Después de todo lo que hicieron de toda la maldad que esparcieron, después de dejar salir a los demonios y que el infierno estuviera conectado con la tierra — ella me miró con terror — ellos están sufriendo por todo lo que hicieron, los humanos creen que porque fueron los primeros humanos estarían en el cielo cuando fueron ellos los que condenaron al mundo, además lo único que trató de hacer es no conectar tanto el infierno con ustedes ya que eso sería un caos, los protejo de esos demonios.

— Si sabes que eres tú el que ocasionará el apocalipsis — miré muy confundido a esa niña, luego miré a la muerte que me miraba con horror.

— ¿De qué estas hablando?

— Luzbel es mejor que nos detengamos en este momento — la muerte trato de acercarse pero la detuve.

— No, quiero que la humana me diga todo lo que sabe, además a esto fue lo que vine.

— Si, tu hijo vendrá como si nos fuera a dar esperanza y luego vendrá el caos ¿Qué creías que serías bueno todo el tiempo? Por algo te mandaron al infierno, no estas disfrutando una vida en el paraíso si no que estas sufriendo en ese mundo ¿Por qué lo crees? — me mintieron.

— ¿Lo sabias muerte? — Lo único que hizo fue agachar la cabeza — ¡¿Dónde están esos arcángeles traicioneros?! ¡Tú también me mentiste! ¡Creí en ti muerte y lo único que hiciste fue mentirme!

— Luzbel.

— Siempre serás una maldita escoria, la mayoría te teme y el resto te ama pero lo único que llegan es al suicidio y te vas a desaparecer como polvo.

Se nos acerca el final, espero que les encante el capítulo.

«Editado»

LuzbelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora