Tenía ya que afrontar todo, ya no podía huir o culpar a otras personas por el trabajo que me habían otorgado. Aunque odiara estar en este lugar tenía que hacerlo por la protección de los desagradables humanos y a pesar de todo esto siempre va a haber una recompensa tendré el día que haga justicia.
Camine por última vez por las grandes calles de esta ciudad para encontrarme con Samantha sentada en el mismo lugar en el cual la había encontrado la primera vez que la vi, estaba concentrada en su historia mientras que yo me acercaba a ella.
— Creo que esta es la despedida — La mire a sus profundos ojos color negro, mientras que me sonreía — debo agradecerte por todo.
— A la final nunca necesitaste mi ayuda, lo descubriste todo por ti mismo — ella me hizo una seña para que tomará asiento a su lado y eso hice — ¿Volverás al infierno? Pensaba que Dios era bueno, pero ¿Mandar a su hijo a ese lugar?
— Mi padre es el ser más bueno que puede existir, no importa lo mal que todos ustedes lo traten el seguirá amandolos aunque los ángeles no queremos que su especie siga con vida.
— ¿Porque te vas?
— Humana, no puedo estar siempre vagando por la tierra además ya cumplí mi propósito ustedes no van a cambiar de opinión siempre culparan a los que no tienen la culpa, así les den argumentos que son inocentes.
— ¿Eres bueno?
— El ser más leal que puedas conocer, nunca seré malo y nunca le tendria envidia a mi padre — toque su cabello — tienes que saber que no podrás cambiar al mundo con tan solo decir que conociste al ángel que a servido a Dios desde el comienzo, solo te digo que tu ya sabes la verdad y algunas personas todavía creerán que soy bueno. Cambia Samantha aunque la muerte sea una parte fundamental en la vida no quiero que vayas a su mundo, debes elegir si quieres ir al cielo o al infierno, el limbo no será una buena opción.
— ¿Y si quiero ir contigo?
— Nunca me veras, si llegas a ir al infierno jamás te cruzarás conmigo iras directo a tu castigo ademas no creo que quieras sufrir en ese mundo.
— Entonces ¿Debo cumplir con los mandamientos? Debo odiar a las personas que no cumplen con lo que Dios no quiere, Luzbel.
— No, siempre va a ver personas que cumplen esos dichosos mandamientos pero van al infierno — me miro confundida — aunque no mates a nadie con un arma, condenar a una persona con tan solo decirlo ya te volverás asesina. No debes odiar o juzgar porque nadie tiene ese derecho — pude leer sus pensamientos — las personas homosexueles esas personas si crees que van a ir al infierno por eso estas equivocada, te pondré un simple ejemplo si te pones un vestido muy corto y a tu mamá no te gusta ¿Que te dice?
— Que no le gusta ese vestido y que debería quitármelo y ponerme algo mas apropiado.
— Pero a ti te encanta ese vestido, eso mismo siente mi padre es un gusto tuyo tu decides mi padre solo te dice que es mejor para ti. No te dejes llenar de cosas en la cabeza solo sigue las reglas y todo estará bien no hagas algo que lo pueda enojar, hace días creías que era el ser más malvado y te diste cuenta que sigo siendo un ángel — la abrace — haré las cosas de otra manera, pero volveré y cuando vuelva será el caos además quiero que mi hermano humano te mande al paraíso.
— Mi querido angel.
— Solo abre tu mente, adiós humana.
Me aleje de ella para dirigirme a mi mundo, extendí mis alas para poder regresar cuando mis hermanos y la muerte se aparecieron.
— Hiciste bien — hablo Zadkiel — debes volver, nosotros nos encargamos del resto.
— Seguirás siendo el bueno, sabíamos que los humanos pueden ser muy tontos — hablo Miguel.
— Además, cuando se acerque el caos esteremos para ti — Gabriel sonrió — sabemos que no podras regresar al cielo para quedarte, pero tu seguirás siendo el ángel perfecto.
Me aleje de ellos para entrar de nuevo al mundo de las tinieblas, donde los demonios se arrodillaban ante mi y mi mensajero permanecía a mi lado.
Había encontrado el propósito que estaba buscando hace años, ahora sabía todo acerca de los humanos y aunque me duela todo lo que digan de mi ya no importa, porque en el fondo se que siempre seré un ángel. Nunca habían contado bien mi historia y ahora la estaba contando.
Ustedes humanos deciden que pensar, si seguir culpandome de que hubiera maldad en el mundo o por fin aceptar que la maldad es por culpa de ustedes y mi trabajo es balancear nuestros mundos, yo no soy el que los condena lo hacen ustedes. Ustedes son libres de decidir mientras que los ángeles siempre seguirán órdenes así no les guste tienen que obedecer, además en el fondo muy en el fondo saben muy bien que jamás fui malo ustedes dicen eso para culpar a alguien.
Soy Luzbel el ángel de luz, el mas fiel que pueda existir y el más bondadoso así que ustedes deciden que pensar, solo abran su mente y dejen de creer todo lo que dicen otros humanos que lo único que hacen es que se condenen, además sus almas me hacen vivir, nos veremos cuando llegue el apocalipsis.
Fin.
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Luzbel
FantasyAños atrás, antes de que el hombre fuera creado, existían dos mundos: el edén y el mundo de las tinieblas. Dios al ver que ese mundo no tenía quien gobernara, mandó a su ángel más fiel, a su mano derecha, Luzbel. Sin pensar que tiempo después los hu...