Capitulo 10: "Ten Cuidado"

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"Show must go on."




El Silencio en la habitación se estaba volviendo abrumador.

Pero, a pesar de mi miedo e inseguridad, yo no estaba dispuesta a cambiar mis palabras.

Recién había cumplido dieciséis, y tener relaciones o incluso pensar en salir con alguien nunca estuvo en mis planes.

_ Bien.


Hablo el sultán rompiendo aquel silencio y también el hilo de pensamientos en el que me había consumido sin darme cuenta.

Lo mire confundida.

¿En serio me estaba dejando ir tan rápido?

Al parecer deduzco mis pensamientos, porque no tardo en explicarse.

_Creo que puedo saber lo que estás pensando, pero no, no te obligare a hacer nada de lo que tú no quieras o te sientas insegura de hacer. –Dijo, tomando una expresión de seriedad en su rostro mientras me miraba. –Eso no está bien, por lo tanto nunca lo permitas.

Una vez termino de hablar, tomo asiento a un costado de su cama.

_ ¿Cuántos años tienes, Cristina? –Me miro.

_Tengo dieciséis. –Dije intimidada por su profunda voz.

Lo único que hizo fue asentir, mientras parecía sumido en sus pensamientos.

Suspiro y mientras frotaba sus sienes, me miro.

_Ven, siéntate aquí. –Señalo su lado.

Una vez que me acomode dudosa, hablo otra vez.

_Vamos a conversar, ¿está bien? –Me pregunto pero yo solo pude asentir, no entendía a que se debía esto. –No haremos nada esta noche, pero no puedo sacarte de la habitación, las personas se darán cuenta que no hicimos nada y de verdad no quiero problemas ahora y créeme que tu tampoco. Lo primero que harán será agarrarte a ti y llenarte la cabeza. Por lo tanto los haremos creer en otra cosa ¿Te parece? –Me pregunto.

_Creo que seria lo mejor, no quiero salir y que las concubinas me cansen con saber que hicimos, sería muy incómodo. –Dije con un poco más de confianza.

_Lo mismo preguntaran, -Rio. –Pero al menos pensaran otra cosa.

_Tienes razón.

Él sonrió un poco mirándome.

_Cuéntame de ti, Cristina.







...



Estire mis brazos desperezándome, para luego abrir mis ojos y encontrarme en una habitación que me era desconocida para mí.

Los recuerdos de anoche y nuestra charla vinieron a mi tan rápido como el levantarme de la cama después de haber mirado a mi lado izquierdo y encontrarme con el sultán Ömer durmiendo pacíficamente boca abajo.


Dios... ¿Dónde están?...


Después de darme cuenta que me había quedado dormida en la cama del Sultán y con él a mi lado, no podía describir mi estado de ánimo más que el de uno embarazoso y confuso.

Y él no encontrar mis zapatos –lo cual no tenía ni la menor idea de donde los había dejado anoche– no estaba ayudando a mi plan de huir rápidamente de la habitación y desaparecer antes que el Sultán despierte.

_ ¡Si! Aquí están... -Susurre nerviosa, mientras rápidamente me colocaba uno en cada pie y salía como alma que lleva el diablo hasta los pasillos que están fuera de los aposentos.

Los guardias que protegían la habitación del sultán, me miraron raramente pero en ese momento no me importo. Solo quería irme.





...



_Ahg, como siquiera la pudo mirar sin sentir asco...


_Seguro lo sedujo al sultán...


_No me sorprendería si ahora está embarazada...


_Cállate, no digas esas cosas, solo lo atraerás.


_Mírala, si es solo una sirvienta. ¿Qué puede tener ella que nosotras no?


Levante el balde de agua y el trapo de piso para dirigirme hacia los baños lejos de todas ellas.

Me habían cansado con sus comentarios.

Sabían que las escuchaba, pero eso no las impidió seguir hablando mal de mí.


Solo están celosas... Ignóralas.


Me había estado diciendo desde que había ido a los baños para cambiarme de ropa y comenzar con mi trabajo diario.

Ni tú sabes que vio el sultán en ti. Admítelo, Cristina.

Shh... Inhala, exhala e ignóralas.

No puedes ignorarlas, tú y yo lo sabemos bien... Después de todo, tampoco puedes ignorarme.

El fuerte golpe del balde cayendo en los pisos de mármol del baño, me despertó de mis pensamientos e hizo que me frotara fuertemente las sienes.

Me estaba agarrando un dolor de cabeza después de escuchar todas esas voces.

Antes que pudiera agacharme a limpiar aquel desastre que había provocado, una mano me detuvo.

_Déjame, ya lo limpio yo. –Me dijo una concubina que podía identificarla como Burcu, otra de las ayudantes más de la Sultana Akile. –Zafer me mando a decirte que el sultan Ömer te espera esta noche.


Que... ¿Por qué?...


_Sera mejor que vayas a arreglarte un poco, Cristina. Las concubinas ya te están esperando en el salón para ayudarte. –Hablo mientras se arrodillaba y juntaba todas las cosas que antes había tirado.

_Al parecer atrapaste a nuestro sultán. Deberías tener cuidado de ahora en adelante.


Si tan solo supieras...


La deje terminar de limpiar aquel desastre para dirigirme al salón donde me prepararían.

No me sentía lista para enfrentarlo de nuevo, pero otra vez no tenía opción además la curiosidad de saber que necesitaba, me estaba consumiendo. 






...

Regrese.

 y esta vez tratare de subir capítulos mas seguido!

CristinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora