𝘯𝘶𝘦𝘷𝘦

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Las nominaciones de premios, eran de las cosas que Paulo más disfrutaba. Se volvía a ver con los pibes, y tenían excusa para juntarse.

No hablaba con Mauro desde hace seis meses, lo cual lo tenía bastante tranquilo. Sabía que él iba a estar en la entrega, y estaba completamente preparado para soportarlo.

Odiaba usar trajes, pero al tener la nominación de "Mejor Álbum" supuso que podría cumplirles el capricho a sus fans. Eligió el típico color negro, pero cambió la corbata por un moño, y el pantalón por un jean negro.
Tampoco iba a estar incómodo.

El viaje fue corto, ya que la ubicación del hotel los favorecía.
Al entrar se sorprendió al notar lo elegante que estaba todo, y a pesar de sentirse fuera de lugar; sonrió.

No sabía si Mauro iba a estar con su novia, o simplemente iba a ir con parte de su equipo representando.
No sabía si tenía que saludarlo, o si él iba a corresponderle. Nada estaba dicho con certeza, así que iba a dejar que fluya.

O eso pensó, antes de que Mauro apareciera por detrás, y le susurrara un "Sigue siendo mía" mientras le apretaba (Disimuladamente) el culo.
Se sorprendió de sobremanera, teniendo en cuenta que no cruzaban palabra hace mil.

— ¿Qué te pinta, boludo? —

— Te extrañé. —

— Decime por favor, que no viniste en pedo a recibir cinco premios. —

— Me iba a poner a llorar si te veía. — Rió.

Paulo solo rodó los ojos, y se dispuso a seguir su camino y sentarse en la mesa correspondiente.
Hizo una mueca al darse cuenta que Mauro también estaba sentado ahí, pero sin darle tanta importancia.
Ya no se la merecía.

— Yo a vos te amo. — Oyó a su lado.

— Cállate y come. — Respondió.

— La cola te voy a comer. —

La cena se basó en más comentarios de ese estilo, y con ambos recibiendo miradas divertidas de los demás integrantes en la mesa, creyendo que eran simples incoherencias de Duki borracho.

Cuando por fin los premios fueron entregados, la transmisión en vivo terminó. Y cuando las cámaras se apagaron, empezó la diversión.

A pesar de ser una fiesta de chetos, la música era buena, gracias a que agasajaban a los artistas presentes; poniendo sus canciones. Cuando "Adán y Eva" comenzó a sonar, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo.

Rápidamente ignoró su reacción, girando su rostro hacia cualquier otro lado; para distraerse. Pero se arrepintió al instante, al ver como con lo que pretendía ser sutileza, Mauro se iba (con paso apresurado) al baño.

Se maldijo mentalmente por ser tan sensible, y corrió detrás de él. Podría estar enojado, y decidido a no volver a caer; pero cuando le prometió a Mauro que siempre iba a estar cuando lo necesite, no mintió.

— Mau, abrime. — intentó. Y al no obtener respuesta, optó por hacer un poco de trampa. — Amor, quiero entrar. — Probó ésta vez.

Sonrió cuando la puerta fue abierta lentamente, y se adentró. Solo a Mauro se le ocurría cerrar la puerta de un baño, con al menos diez cubículos y una persona.

— Uy discúlpalo, está medio en pedo. — Intentó justificar, al ver la cara de susto del hombre.

No recibió respuesta, cuando el señor ya estaba corriendo puerta afuera. Reprimió una risa, y volvió a poner la traba.
Duki a veces, sí podría llegar a dar miedo.

— Aaa Paulo, no sabía que me tenías tantas ganas. —

— No vamos a garchar, vine porque te ví mal. — Aclaró, al ver como se había acercado.

Y como si le hubiera dado una piña, Mauro cambió su semblante divertido.

— Me rompes el corazón ¿Sabes?. Yo te amo en serio, estoy seguro que con el tiempo me puedo enamorar de vos. —

— El tema acá, es que yo ya te esperé muchísimo. Se ve que vos no, porque tenes novia. — Rió sin ganas.

Porque puede que ya no le de importancia, pero eso no quitaba lo mucho que le había dolido.

— Pedime que la deje. —

— ¿Eh? —

— Pedime que la deje, y yo por vos hago todo. Pedime que me enamore completamente de vos, y juro que cuando menos lo esperemos; va a pasar. Pedime que te haga feliz, Paulo. —

Se le ablandó el corazón cuando lo escuchó tan dolido, pero sabía que sí seguía con pretender que tenía que hacer las cosas por él, en vez de para él mismo; no iban a llegar a ningún lado.

— El paso lo tenes que dar vos solo, no dependes de mí y no necesito que hagas algo para hacerme feliz. Vos te tenes que sentir seguro, y decidir por vos mismo el cuando y como de algunas cosas. — Se cayó al ver como lo afligido que se veía su acompañante.

Se acercó a abrazarlo, e intentar transmitirle el apoyo que (de su parte) siempre iba a tener.

— No llores, Mauro. Te lo digo por vos, porque los dos sabemos que me muero por comerte la boca y estar con vos. — Siguió

— Y hacelo, si yo soy tuyo para siempre. — Sorbió su nariz. — Yo entiendo lo que me decís, pero mira si terminas siendo un cagón como yo; y no esperas hasta que esté listo para amarte bien. —

— Sí lo hago, me voy a cagar en todo lo que te dije. Ya terminó, Mau. —

— Me prometiste que ibas a estar para siempre. — Reclamó-Sollozó.

— Y lo estoy, pero yo no luche toda mi adolescencia para sentirme seguro y salir del closet; Para que después venga una persona, y quiera meterme de nuevo. — Explicó. — Sos importante para mí, pero son mambos que requieren de TÚ voluntad. —

— Sí me lo pedis, voy a tener toda la voluntad para complacerte. —

— ¡Es que ahí está el problema! ¿Cómo te pido que te enamores? Sí al final volvemos a lo mismo. Esto lo tenes que hacer por vos, no se trata de cualquier capricho que me cumplías. —

— Tengo que pensar. — Murmuró Mauro, antes de abrir la puerta e irse.

Voto+Comentario⤵️
nos pusimos a llorarle a wosani (como siempre) en el grupo, y colgué.

si alguien sigue leyendo esto; gracias, y perdón por la tardanza je.

¿ℭ𝔬́𝔪𝔬 𝔱𝔢 𝔭𝔦𝔡𝔬? ; paukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora