Choque con un ángel (Drama)

Capítulo 4 - El asesino y el secuestrador.

/Taeyeon POV/

Existía una gran cantidad de adjetivos para describirme, encajaba muy bien en varios, demasiado bien para el gusto de los demás, o para el propio bien mundial.

Imprudente. Precipitada. Habladora.

Podían tener su lado bueno, al igual que ser el infierno para las personas a mí alrededor.

Esa imprudencia tan característica de Kim Taeyeon, siempre me tocaba a mí, hablar, actuar, moverme... ¡respirar! En el momento menos indicado.

Creo que era el pan de cada día en la oficina, parece que tenía un radar que marcaba Jefe a 7 metros a la redonda, vamos Taeyeon, haz el comentario del día:
"Ese traje color verde vómito del Señor Lee es el que ahuyenta las ventas y no mis malos proyectos"
"Esa gran barriga es la que le impide ver las adecuadas ofertas de trabajo"
"Si cuando revisará mis informes le dedicará el mismo tiempo que tarda en 'domesticar' su bigote...¡mi trasero estaría viviendo en Gang....! ¡Oh señor Lee! B-buenos días, ¿le he dicho que ese genial traje verde bandera resalta la virilidad de su bigote?"

Había vivido para contarla, muchas veces...y parece que aun no aprendo la lección ¡porque sigo tratando de superarme cada día!

Habladora tal vez podría ser mi segundo nombre, y mi apellido debería de rezar "Sinceridad al 100% por ciento”. Mantener la boca cerrada era tal vez el mayor reto de mi vida, pero esto se volvía más complicado al tener algún secreto de estado confiado en mí. Ajá, cualquier cosa que necesitase de ser compartida con la humanidad, parecía quemar mi garganta, pues necesitaba ser literalmente vomitada por mí.

— Taeyeon, ya es tarde. Deben de irse a dormir ya, llévalas a dormir ya. —

— ¿Por qué debemos de ir a dormir mamá? Queremos esperar aquí y ver como Santa Claus trae los regalos —

— ¿Qué? ¿Santa Claus? En ese caso se quedarán esperando toda la noche, ¡eso es sólo un mito! un invento mercadotécnico, en realidad nuestros padres ponen los regalos bajo el árbol mientras dormimos y... —

— ¡KIM TAEYEON! —

— Ay...lo siento mamá, pensé que ellas ya sabían que Santa Claus no existía... —

Creo que desde entonces Yuri me odia...aún recuerdo sus llantos esa noche...al día siguiente, la Navidad entrante...incluso la Navidad pasada todavía, pero ella insiste en negarlo.

Pero bueno, no todo en mi es malo. También tengo mi lado humanitario; como olvidar aquella vez en el jardín de niños en el que se encontró una caja con 9 gatitos, si alguien no se hacía responsable de ellos algo malo podía sucederles...

— ¿Alguien puede llevar a casa a estos pequeñines? Necesitan de cuidado y mucho amor... —

Ni bien la maestra había terminado de dar su discurso, cuando una pequeña mano se alzó rápidamente.

— ¡Yo maestra! ¡Yo lo haré! — ¿quién más podría ser? Exacto nada más ni nada menos que yo, Kim Taeyeon con apenas 5 años, siendo guiada por el sentimiento de protección y amor hacia el prójimo.

— ¿¡Taeyeon en que estabas pensando al traer a 9 gatos a la casa?! — gritó mi madre apenas llegar a casa.

— Mamá, no podía dejarlos solitos, ¡los matarían! O peor aún...no tendrían alguien que les de amor... — exclamé alteradamente.

En mi favor, debo de decir que tengo buenas intenciones y sentimientos...que mi madre no los haya visto aquella vez, bueno ese es otro problema.