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Caminaba por el pasillo para llegar al salón de clases, haciendo caso omiso de todas las miradas que recibía. Ya estaba acostumbrado, ya que se las habían dado desde primer año. Ahora estaba en el comienzo del último año, lo que significaba que serían cuatro años de las mismas miradas todos los días.

Le lanzaban palabras hirientes, pero aprendió a ignorarlas al igual que las ojeadas.

"¿Cómo puede vivir consigo mismo?"

No lo hago.

"No merece vivir"

Sé que no.

"¿Por qué está aquí? Debería suicidarse"

Sé que debería.

Nadie lo defendió, solo las dos únicas personas en las que sabía que podía confiar, Chan y Jisung. Hablando de ellos, Hyunjin se dio la vuelta cuando escuchó todos los murmullos desaparecer, viendo a sus dos mejores y únicos amigos. Todo el pasillo quedó en silencio al ver a los dos jóvenes caminar hacia él. Hwang golpeó torpemente sus talones mientras jugaba con sus dedos hasta esperar a que se acercaran lo suficiente a él.

–Hola Hyunjin– Jisung le sonríe a su alto amigo.

– Hola, chicos– Susurró el nombrado, bajando su mirada al suelo.

– Vayamos a clase– Chan empujó a sus amigos a clase, con la esperanza de perder toda la atención hacia ellos.

Cuando entraron a la clase, se sentaron en la parte de atrás y vieron a un niño nuevo hablando con la maestra. Hyunjin suspiró.

– Genial, otra persona para odiarme– Pensó, apoyando la cabeza sobre el escritorio.

Happy [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora