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Jeongin se sentó contento en su escritorio, mirando el reloj. Era la última clase del día, y él estaba contando los minutos para poder irse. Quería pasar tiempo con el chico incómodo y conocerlo un poco más, sin distracciones como la última vez que estuvieron en la misma habitación, claro que fuera de la escuela.

– Oye, Jeongin, ¿estás prestando atención?– Su profesor lo sacó de su corto trance. Jeongin miró un poco hacia abajo, no queriendo hacer contacto visual con su maestro, y sacudió la cabeza– Presta atención, solo quedan un par de minutos de escuela– El alumno asintió y volvió a tomar su lápiz, preparándose para tomar notas durante los próximos minutos antes de volver a encerrarse en su mente de nuevo.

Después de que pasaron diez minutos extremadamente largos, que parecieron dos horas, sonó la campana, lo que significó la salida de los estudiantes. Todos empacaron rápidamente sus cosas, salieron corriendo por las puertas del aula para vencer a la prisa de los estudiantes que corrían hacia sus casilleros.

Jeongin fue el último en abandonar la clase, esperando a que la avalancha de estudiantes ansiosos disminuya. Se dirigió a su casillero y arrojó los libros adicionales en su mochila para luego cerrar la cremallera y cerrar su casillero. Se acurrucó en los pequeños espacios de estudiantes que estaban en el pasillo, intentando escapar del lugar.

Cuando finalmente llegó a la salida de la escuela, se dirigió a su departamento, queriendo cambiarse a algo un poco más cómodo pero presentable, antes de comenzar la corta caminata hacia la cafetería. Iba al café con bastante regularidad, así que se sentó en su mesa favorita, que estaba al lado de una ventana, y esperó a que llegara Hyunjin.

Happy [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora