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– Jinnie, no tienes que apurarte, el niño no estará aquí por otra media hora, relájate– Chan colocó una mano sobre el hombro de Hyunjin, para detenerlo rápidamente al cruzar su habitación una vez más.

– Lo sé, lo sé, pero...–

– Sin peros, amigo, tranquilo. No es el fin del mundo, Jeongin es un niño dulce, no te odiará. Si te preocupa tanto, entonces no le digas nada y espera a que lo descubra por su cuenta– Confió– Si te ignora después de eso, lo cual dudo que lo haga, entonces no hables con él.

Hwang suspiró pero asintió, sentándose en la silla de su escritorio y estirando los brazos sobre su cabeza. El mayor se sentó en su cama frente al pelinegro. Él sonrió, mostrando sus hoyuelos, haciendo que el menor sonriera también, ya que la sonrisa del australiano era contagiosa.

– Te gustará, lo sé. Es realmente un niño dulce, Hyunjin, solo sé tú mismo, ¿de acuerdo?– Jisung apareció de repente en la habitación.

–Está bien– Asintió, mirando hacia abajo para jugar con sus dedos. Esos chicos, agradezco la confianza.

Chan y Han sonrieron, el rubio le acaricia la cabeza y salió de la habitación. El pelinegro suspiró nerviosamente, mirando por la ventana al lado de su escritorio. Es un buen niño, Hyunjin, estarás bien.


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Cuídense mucho y respeten la cuarentena, oki.♡

Happy [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora