Happy [Hyunin]

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– ¿Cómo has podido ganarme tres juegos seguidos? ¿Soy tan malo en Mario Kart?– Hyunjin suspiró, recostándose en el sofá. Había jugado tres juegos de Mario Kart y perdió cada uno ante Jeongin, todo en quince minutos.

–No apestas– Le aseguró Chan– Pero Jeongin tampoco.

Hwang hizo un puchero con los brazos cruzados, permitiendo que Jisung agarre el control de la mesa de café y se sentara en el sofá junto a él y se hiciera cargo del juego.El menor de todos le entregó el segundo controlador al australiano, poniéndose de pie para que tomara su lugar, ya que él que tenía la mejor vista de la televisión.

– Tal vez sea la silla– Dijo Jeongin, moviéndose para sentarse cerca de Hyunjin– Tiene una buena vista de la pantalla– Se encogió de hombros, agarró su lata de refresco y procedió a beber la mitad antes de ponerla en la mesa y sentarse otra vez, con los ojos fijos en el juego mientras veía cómo Jisung le pateaba el trasero a Chris.

Dos minutos más tarde Han estaba haciendo pucheros mientras el peliverde hacía un baile de la victoria en silencio. El rubio estaba murmurando maldiciones en voz baja por su pérdida, sentándose mejor en el sofá para la siguiente ronda.

– Tiene que ser la silla– Insistió Yang, riendo ante el puchero del recién perdedor.

– Tal vez sea una suerte– Dijo Hyunjin para luego beber su bebida. Sin mirar a nadie, ni a nada, en específico.

Jeongin estaba un poco triste porque el pelinegro apenas dijo un par de palabras todo el tiempo que estuvo en la casa, pero pensó que era tímido, por lo que nunca dijo nada. También pensó que el mayor se animaría a hablar con él, pero sus esperanzas eran falsas, ya que el mayor apenas lo miraba, o a cualquiera, para ser exactos.