Happy [Hyunin]

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Llamaron a la puerta alrededor de las cuatro y diez, y Jisung fue el primero en correr hacia la entrada. El chico nervioso saludó a un sonriente Yang que tenía una bolsa de dormir sobre el hombro y una bolsa llena de bocadillos en la mano.

–¡Hola Jeongin!– Vitoreó, tirando del niño adentro la casa.

–¡Hola!– Saludó, quitándose los zapatos y colocando su bolso contra la pared.

Chan entró en la sala de estar y tomó la bolsa de comida de las manos del menor, le dio un breve abrazo y regresó a la cocina. Hyunjin miró al joven desde su lugar en la esquina del sofá y sonrió levemente. Estaba nervioso, porque antes de Jeongin, nadie había ido a su departamento por nada más que un proyecto de clase.

–Hyunjinnie ~– Arrulló el recién llegado, saludando a los mayores. El pelinegro le devolvió el saludo y le sonrió al niño, levantándose y caminando hacia la cocina para ayudar al australiano antes de que viniera más gente.

–Vas a estar bien, ¿verdad?– Chan preguntó tan pronto como se dio cuenta de su amigo. Este fingió una sonrisa y asintió, tomando agua del refrigerador y tomando la mitad. El extranjero miró al niño con escepticismo, pero no dijo nada mientras continuaba preparando los bocadillos que Jeongin había traído.

Pronto hubo otro golpe en la puerta y los dos menores, ahora excitados, corrieron hacia la entrada para saludar a los demás. Seungmin y Changbin eran los dos en la puerta, el bajo con una caja de Coca-Cola y su acompañante con una pequeña bolsa con diferentes dulces. Chan y Hyunjin salieron de la cocina para saludarlos adecuadamente, tomaron las bebidas en la cocina para mantenerse fríos y colocaron los dulces, diciendo que todos se presentarían adecuadamente más tarde.

No mucho después, Felix, Minho y Woojin se unieron. Cada uno tiene una variedad de refrigerios y/o bebidas y bolsas de noche. El proceso se repitió y todos se sentaron en la sala de estar. El australiano mayor y su amigo azabache sentados en la esquina del sofá, todos los demás en las sillas y otras partes del sofá.

–Entonces– Habló Minho, interrumpiendo las conversaciones– ¿Nos presentamos?