Mamá por contrato||YoonMin⛾Omegaverse||

VIII

En cuanto llegamos al centro comercial; SoYeon me llevo a la parte de ropa interior.

SeokJin, mantenía una mirada neutral, nos seguía a cada momento y miraba todo sin mucho ánimo. Hubo un momento en que tomo mi camisa mientras seguíamos caminando y se pegó más a mí.

Sin entender del todo, tome su pequeña mano entre la mía. La chica platicaba sobre algún momento en su vida pero mi cerebro estaba entrando en alerta cuando el cachorro se aferró más a mi mano, le sonreí cuando volteo a verme, entendiendo poco o nada de lo que salía de la boca de SoYeon la alenté a que continuará.

Mientras ella seguía caminando, trate de encontrar lo que había puesto al cachorro así y no me llevo mucho tiempo hasta encontrarme a MinHo, su mirada estaba oscura, sus manos estaban apretadas y la vena de su cuello parecía que fuera a explotar.

Solté un suspiro accidentalmente, llamando la atención de la omega. Le volví a sonreír, pero esta vez su mirada se entrecerró. El niño a mi lado ahora temblaba bajo la mirada de MinHo.

— Vámonos— susurré.

SoYeon, confundida dejo las prendas que había tomado para agarrarme del brazo.

— ¿JiMin?, ¿qué está sucediendo?

— Vámonos, creo que la paleta que dejo SeokJinie me hizo daño

— Oh... Creo que hay unos baños por aquí.

¿Es eso seguro?, ¿qué pasa si MinHo nos sigue?

Asentí, tal vez en el baño de omegas MinHo tendría más precaución en acercarse a nosotros.

Salimos de la tienda bajo los silenciosos reproches de las señoritas que atendían y caminamos al final del pasillo.

Al estar frente a los baños, la primera en entrar fue SoYeon acompañada de Jin, yo camine un poco atrás de ellos, aun sintiendo la presencia de MinHo.

Cuando entre, SoYeon me señalo otro baño.

— Ve a ese, yo entraré aquí junto a Jin, para que no te incomode.

Me alivie cuando vi a ambos entrar y me di la vuelta para salir. Ya no podía estar afuera, ¿verdad? Solo asomé un poco mi cabeza, pero eso basto para que él se diera cuenta.

— ¡JiMin!, por fin logro verte, amor

Sentí mi corazón latir más rápido. Volví a cerrar la puerta, poniéndole seguro y llamando el número de HoSeok que tenía de emergencia.

No atendió.

Llame a mamá.

Tampoco atendió, ni papá, ni HoSeok de nuevo.

Mi pantalla se ilumino con el nombre de YoonGi, justo cuando Yeon y Jin salían del baño.

Tomé la llamada sin esconder mucho el pánico. La voz de MinHo se escuchaba apagada por la distancia y las paredes que nos separaban, aun así Jin se dio cuenta rápidamente, al contrario de SoYeon, que no parecía saber qué hacer.

— ¿JiMin?

La voz ronca de YoonGi me saludo.

— Me siguen, YoonGi, estoy con tu hermana y Jin en el centro comercial

Seguía escuchando la voz de MinHo al otro lado, casi entrando en la histeria.

SoYeon me volteo a ver, alarmada.

— ¡PARK JIMIN, SAL AHORA!

Río.

— Amor, por favor, sal de ahí, bebé.

— Enciérrate de nuevo en el baño, lleva a Jin contigo.

SoYeon negó.

— No, seguramente ya viene YoonGi, hay que esperar.

Ahora YoonGi también había colgado.

— No hay tiempo, solo métete, no me pasará nada, lo conozco, solo quiere hablar

Mi corazón seguía latiendo contra mi pecho de forma irregular. Tenía miedo pero podía controlarlo por Jin, ni él ni Yeon se merecían pasar un mal rato por mi culpa.

Ella negó de nuevo.

— No te creo, no te voy a dejar.

— Ahora no es por mí, es SeokJin, ¿qué diría YoonGi si le pasa algo?

Ella lo dudo un poco, viendo los ojos brillosos del pequeño. Su pequeño cuerpo temblaba cada vez que MinHo volvía a azotar la puerta.

¿Por qué nadie venía?, ¿por qué nadie lo detenía?

SoYeon todavía un poco dudosa jalo al niño en dirección al baño y se cerró justo cuando abrí la puerta.

El alfa entro, sus feromonas salían y me hacían tener más miedo, no olía a lavanda, olía a podrido, su aroma me hacía querer volver todo lo que había ingerido.

-¿Tanto tiempo, no amor?, ahora dime: ¿dónde está el maldito mocoso?

Me hice el confundido, tome su mano que estaba en un puño, tenía que tratar de calmarlo hasta que llegará YoonGi, ya no podía tardar.

— No sé de qué hablas, Min Ho, estoy solo, vine a comprar un poco de ropa—

El río, su risa histérica me heló.

— No me digas, JiMin, ¿piensas que puedes engañarme?, ¿a mí?

Él se soltó de mi agarre y dio un pequeño respiro sin dejar de sonreír.

— ¿Por qué los ocultas?, ¿es tuyo?

Cuando no dije absolutamente nada me dio una cachetada.

— ¡Responde maldita sea!, ¡¿Te atreviste a engañarme, JiMin?!

— No

El volvió a darme una cachetada.

Lo odio.

— ¡Dime la verdad, maldita perra!, ¿a quién le abriste tus piernas?

El volvió a pegarme mientras soltaba maldiciones y en algún momento me perdí, me perdí entre recuerdos de mi infancia.

Yo jugando con HoSeok, visitando a mis abuelos, comiendo las galletas de mamá.

Ni siquiera escuche cuando la puerta fue abierta de nuevo, MinHo desapareció pero se quedaron las borrosas imágenes del único momento que no quería recordar.

Sentí unas manos tratar de volverme a la realidad pero estaba completamente en un trance, de nuevo.

Podía ver a JiSoo riendo, podía ver a mi bebé de algunos meses hacer pucheros pero también veía a MinHo con las manos cubiertas de sangre.

Y entonces... Todo se borró, las imágenes se desvanecieron, se dejaron de escuchar las voces lejanas y caí inconsciente.