Do: El ataque

401 26 18
                                    

— Tú. — Jane se acercó caminando hacia mi mientras los demás se apartaban de nuestro lado, no entendía qué hacía ahí, ni cómo se había librado de Jeff, y por más que me dé un poco de mala espina, tengo una corazonada — ¿Hiciste lo que creo que hiciste? —

— Antes que nada Liu, quisiera pedirte disculpas, no quiero que pienses que te di otro nombre por miedo o algo similar, me hago llamar 'Esmeralda' para todos aquellos que empiezo a conocer. —

—Tranquila, no me molesta, y también discúlpame por engañarte. —

— ¿Engañar?, si ese intento fue patético. — dice Eric, le dedico una mirada asesina y este me alza los hombros — Sabes que lo mio no es mentir. —

— Yo no pienso igual. — dice Jane — Pensé que habías muerto, y cuando escuché tu nombre por primera vez solo me volvieron los recuerdos... realmente me tenías engañada. — dijo con una tímida sonrisa mientras pestañeaba mucho, fruncí mi ceño por la acción que hacía con los ojos, pero me decidí fiar.

Un tiempo después...

Jane nos empezó a contar a todos cómo escapó y el porqué estaba aquí, nos prometió ayudarnos con la ubicación de Jeff, pero...

"Jeff es muy cambiante, de todas las ubicaciones que puedo conocer, a lo mejor solo una sería la más utilizada, y sinceramente, ni yo sé dónde oculta los cadáveres."

Esto va a ser un problema, Jane empezó a escribir pequeñas descripciones de los lugares donde ese monstruo ha estado en papeles de pegatina y colocándolos en el mapa enganchado a la pared, mismo mapa que Eric analizaba junto con Keith, solo que Keith a su vez afilaba los cuchillos.

Luego de un rato decidimos darnos una pausa para comer pizza y tomar cerveza.

Keith y Eric se pusieron a conversar, al parecer al rudo chico le impresionó bastante que compartiera tantos gustos con mi amigo y empatizaron, nunca había visto una sonrisa en la cara de ese muchacho y por primera vez lo veía riéndose a carcajadas.

Yo mientras me había ido al pequeño balcón que tiene Keith a fumar un cigarro.

— No sabía que también fumabas. — volteo para conseguirme a Jane en su camino de hacerme compañía.

— Solo cuando estoy estresado. — ella viene, me quita el cigarro y le da una calada antes de apagarlo a mitad en el cenicero.

— Ustedes los Woods son más similares de lo que pensaron toda la vida. —

— No deberías estar fumando. —

— No pienso seguir con el embarazo Liu. — volteó a ver la oscuridad de la noche y mi ceño se frunce.

— Pensé que querías continuarlo. —

— Sabes que el hijo es de Jeff, ¿no? —se dirigió hacia mí con una mirada de obviedad.

— Pero no es culpa del pequeño. —

— Es que lo estuve considerando y... soy estúpida al pensar que podía llevar una vida normal. — jugó un poco con sus pies rozando uno por el suelo como si estuviera pateando algo — Pero hay algo del que no puedo huir, y ahora que lo pienso mejor... no me quiero poner bajo ningún riesgo. —

Me tenía confundido, bastante a decir verdad — ¿Y cuáles serían los riesgos?, si acabamos con Jeff... y... solo si quieres, haces una vida conmigo, no te dejare sola en tu embarazo. —

— Soy anémica Liu. — abrí los ojos como platos, les juro por lo más valioso de la vida, que ese dato no me lo esperaba, poco a poco la cortina que cubre a Jane Arkensaw se va abriendo más y más, haciéndome capaz de conocerla, atar cabos, y entender partes de su vida que conocía, más no le veía el sentido hasta ahora.

Entre Las Paredes (Homicidal Liu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora