Capítulo 5: Viaje agotador

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Javy

Llevo todo el viaje haciéndome el dormido mientras mi amigo no para de hablar con su primo, quien nos está llevando al campamento. Si no llego a fingir seguro que me hace intervenir durante todo el camino en la conversación, o incluso habla más aún. Y no, no es que me moleste que hable ni hablar, es simplemente que no tengo ganas de estar así todo el camino, por eso, a mitad de este, he fingido que me entraba sueño y me empezaba a quedar frito. Lo único que he podido conseguir es que hable un poco más bajo, más allá de eso, nada.

Algo me dice que vamos a llegar tarde al campamento. Jesús le dijo hace un rato a su primo que conocía un atajo y que estaba seguro al doscientos por cien que era un camino correcto, pero esto tiene pinta de que vamos mal.

―Oye, creo que nos hemos desviado―me animo a decir, sobresaltando a Jesús, ya que me daba por dormido.

―Anda, niño, si estabas durmiendo, no te enteras de na. Vamos bien, ya lo verás ―me dice él, seguro de sus palabras.

Pero al parecer es el único con esa seguridad en el coche, porque su primo tampoco está de acuerdo tras comprobar por él mismo que no vamos bien.


Ariadna

Bajo del autobús mirando el mapa del móvil. Tengo que buscar la parada de taxis más cercana porque aún me queda camino para llegar al campamento.

La verdad es que llevaba años queriendo ir al campamento, pero entre que otros años no me cogieron y que otros no pude inscribirme, me he plantado en los diecisiete. Al menos me he podido inscribir en este último, porque es mi última posibilidad. Existen varios campamentos de la misma organización en diferentes lugares, cada uno para diferente edad. Al que yo voy me pilla más lejos que los que hubiera querido otros años, pero era mejor que nada, en realidad.

Paro un taxi en cuanto llego. Considero que he tenido mucha suerte al pillarlo tan rápido. Sin embargo, justo cuando estoy abriendo la puerta para montarme, alguien abre la otra y se mete.

―Oye, perdona, estaba cogiendo yo el taxi, puedes coger otro ―digo un poco molesta pero sin perder las formas. No quiero movidas.

―Estabas tardando demasiado en guardar tu maleta. Hay que ser más práctica y si hace falta guardarla aquí en vez de en el maletero. Chica, ¡espabila!

―¿Pero qué...? ―no doy crédito a lo que está ocurriendo con la chica que me ha quitado el taxi.


Eli

Madre mía la pava esta. ¿Pero quién se ha creído? Me ha hecho perder el tiempo discutiendo por un mísero taxi para que resulte que al final vamos al mismo sitio. Porque lo estoy viviendo que si alguien me lo cuenta no doy crédito.

Miro de reojo y resoplo internamente. Solo de pensar que vamos a coincidir en el campamento todo el verano se me revuelven las tripas. Solo espero que no coincidamos en la misma cabaña, no podría aguantar ni un segundo.


Jesús

Mi colega no para de repetirme que él llevaba razón. Y puede que la tenga, solo puede, pero aunque así fuera no pienso decírselo. No voy a caer en ese juego.

―Tío, que llegamos muy tarde ―dice mostrándome el reloj mientras caminamos hasta las gradas improvisadas en mitad del campamento.

Una mujer habla dándonos la bienvenida. Vaya, si nos entretenemos un poco más hubiéramos llegado para el final, una lástima.

Javy tira de mí para que nos acerquemos y nos sentemos aunque sea al final. Para eso, tenemos que pasar entre la gente, así que tomo yo las riendas porque seguro que él lo hace sin discreción.

―¡Oye! ―Exclama una chica cuando paso y yo me encojo de hombros como respuesta.

En fin, ya estamos en el campamento. Espero que sea un gran verano.

Verano inolvidableWhere stories live. Discover now