Es la última que queda, la última con aquella sangre tan especial y rara.
Tal vez ella no sepa bien pero su sangre se tiene que salvar.
Ella sabrá todo detrás de aquello pero claramente habrán problemas.
Ella es...
La última Rosa Negra
🌹Historia 10...
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Emmm... Ya entenderán :v
【Neo】
Incomodidad, ese será el ambiente de ahora en adelante cada vez que todos estemos juntos.
Todo era silencio en la limusina, el ambiente era tenso e incómodo. A mí lado izquierdo estaba Shu y a mi lado derecho se encontraba Azusa, estaba justo en el medio donde se separaba los Mukami y los Sakamaki, miraba mi corta flada negra de pliegues, levante discretamente mi mirada y desafortunadamente me encontré con Subaru el cual estaba enfrente mío. Pude notar que me miraba, cuando era una niña logre descifrar que decían los ojos de Subaru pero ahora no.
Solté un suspiro.
De golpe la limusina se comenzó a mover de forma brusca e irregular.
-¡¿Ahora qué?!- Preguntó Ayato irritado.
La limusina se volcó.
Todos salimos con nuestra teletransportación y con el vuelo aterrizamos sin problema, pero obviamente teníamos un problema.
-Lobos...- Dijo Azusa. Teníamos por lo menos 10 a 15 Lobos enfrente nuestro, detrás de ellos estaba la lumisina incendiandose.
Me recuerda como apararecieron los Mukami solo que sin Lobos.
-Tsk- El chasquido de lengua de Subaru me hizo saber que el estaba a mi lado y también que había que estar atentos a los movimientos de los caninos que teníamos enfrente nuestro gruñendonos.
Si tan solo Artemis no se hubiera dormido o lo que sea que tiene vencería a los lobos sin problemas.
-Con que eres tú- En cuanto escuche esa voz masculina y desconocida para mí me volte a ver quien era.
Era un chico de cabello salmón y con un parche en un ojo sobre sus lentes.
¿En que momento...?
No sentí su presencia, ni siquiera su olor. Si que sabe ocultarse bien, Maldito hijo de...
-Vendras conmigo, Rosa negra- Me tapó la boca y con la otra mano me apretó en cuello, coloque mis manos sobre sus muñecas.
Esperen, ¿Cómo no se me ocurrió antes?
Le di una fuerte patada en su entrepierna, enseguida me soltó mientras se quejaba y soltaba maldiciones, apreveche de darle un rodillazo en un cara y mandarlo lejos.
Corrí hacia los chicos los cuales ya están luchando contra los lobos, sentí que tomaban mi muñeca derecha obligándome a voltarme y vi a un hombre de larga cabellera blanca con puntas de color rojo, tenía ojos amarillos y una especie de bufanda que tapaba su boca.
-¡Sueltame!- Le grite mientras que mi mano izquierda se volvía un puño y lo estampaba contra su serio rostro. No funcionó mucho porque aumentó el agarre en mi muñeca -¡Oi!- Creo que tiene más fuerza que Subaru o yo me volví más débil.
