Es la última que queda, la última con aquella sangre tan especial y rara.
Tal vez ella no sepa bien pero su sangre se tiene que salvar.
Ella sabrá todo detrás de aquello pero claramente habrán problemas.
Ella es...
La última Rosa Negra
🌹Historia 10...
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【Narrador】
Kino entro al gran salón de aquel castillo; era hermoso y espacioso, con limpias ventanas donde se podía apreciar perfectamente el jardín y salir a los balcones para sentir la brisa. Los sirvientes iban y venían con los preparativos para la gran boda que se acercaba cada vez más, tan solo faltaban 3 días pero si todo salía bien quizás la celebración podría ser antes y eso seria mucho mejor tanto para Kino como para los ancianos e incluso para el resto de los vampiros nobles que estarían presentes.
El de ojos rosa cobrizo levanto la mirada para ver el gran techo color crema con diseños victorianos góticos, los enormes candelabros con sus velas prendidas con fuego verde y morado le daba un toque más vampírico a todo, dio media vuelta para posicionar su mirada en la gran escalera principal donde el y Neo aceptarían estar juntos hasta la muerte. Una sonrisa se formo en los labios del vampiro de cabello negro-grisáceo ante aquel pensamiento, el no dejaría que nadie interrumpiera su boda o que algún detalle fallara quería que todo estuviera en orden y se viera bien, todo saldría a la perfección, sin duda alguna.
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【Neo】
-Lo sabia..- Murmuré entre jadeos, había corrido por casi todo el castillo buscando este lugar sin parar y ahora lo encontré, me puse derecha y mire el grabado que tenia la barra de metal en uno de sus extremos redondos; era la misma rosa que estaba en aquel escudo. La misma rosa con los mismos detalles.
Di un paso para acercarme más para después levantar una de mi manos y acercarla para poder tocar aquel escudo, en cuanto sentí que mis dedos rozaban aquel frio metal un escalofrió recorrió toda mi columna. Esa gran pieza de metal tenia todos los recuerdos y momentos de mis ancestros. Sentía como nuevamente de mi columna venia una electricidad subía e iba hasta mis brazos llegando mis manos, aquellas descargas eléctricas volvieron a aparecer, baje mi mirada para ver a Artemis que seguía sin reaccionar.
-Acaso tu...- Susurre mientras levantaba a Artemis como si fuera una pesa, hasta que llego a estar frente a mi rostro. -¿Por qué?- Lo moví hasta sentir la fría barra metálica en mi frente. -Quiero saber...-
Separa a Artemis de mi frente, mire detrás mi, todo seguía igual pero el ambiente se sentía diferente.
-¡Mi señora!- Aquel repentino grito me hizo voltear a ver hacia uno de los lados. Podía escuchar unos tacones resonar con fuerza de la sombra del lugar logre divisar una figura la cual parecía ser la de una mujer. -¡Espere, Mi señora!- Volvió a decir esa voz la cual era de un hombre.
