Carta 5

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Rumanía, 10 de febrero del año 2000.

Querida Hermione, niña traviesa:

Te puedo asegurar que engordaste a mi lechuza hasta el punto de que casi no puede volar, si hubiera un gimnasio para lechuzas sería la primera clienta.

Hermione eres preciosa, una maravillosa e inteligente mujer, por lo que siempre los caballeros giraran a verte, ¿qué puedo decir uses? lo que uses muchos van a tratar de tener tu atención. No me cansaré de decirlo si no fuera por ti, Harry y mi hermano hubieran muerto hace mucho, tu inteligencia y lógica te hacen una mujer poderosa. Todo quien te conoce queda encantado contigo.

¿Abofeteaste a Draco Malfoy, otra vez? Si que tienes agallas para hacerlo, no te asustes por no poder controlar los impulsos, puedes acudir a los ejercicios de respiración cuando notes que estás demasiado irritada, no eres un dragón que echa fuego.

¡Bien hecho! Priorízate. Como siempre digo "nadie ha venido a complacer a nadie, tú eres tú y yo soy yo". Espera... ¿Qué acabo de leer? ¿Invitaste a Malfoy a cenar a modo de disculpa? Necesito saber qué ocurrió. Necesito detalles y si pudieron dominar la tensión sexual que hay entre ustedes.

Por cierto, eso de alejarme no me funcionó... Me he rendido a los encantos de Daphne, me gusta que sea mi aprendiz, me gusta verla reír y sus fechorías me emocionan. ¡Joder! ¡Soy un asaltacunas!

Necesito detalles. Tu chismoso amigo, Charlie.

 Tu chismoso amigo, Charlie

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Cómo conquistar a tu dragón © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora