8. la noche del reencuentro

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-sabes que a los vecinos les molesta el ruido, tú y tus torpes amigos deberían aprender...-no pudo terminar lo que decía, debido a que en ese momento se topó con los ojos de Ikkaku. Todo quedo en un incómodo silencio y voz lo rompió-que...guapo, pero si eres tú porque tardaste tanto en volver-se le pego al brazo como una niña pequeña- te espere con la puerta abierta hasta esperando tu regreso-eso molesto demasiado a su hermano

-que mentirosa, ni siquiera te acordabas de él has que se te apareció-ahora entendía que lo loco venia de familia

-cállate Keigo, estoy hablando con mi futuro marido-le dijo fulminándolo con la mirada

-espera un segundo mujer quien dijo que yo me quería casar...-le tape la boca antes de que terminara a lo que ella dio una mirada interrogante

-bueno no importa debes estar cansado tú y tu amigo pasen- nos empujó hasta entrar a la casa y cerrando la puerta detrás de ella

-abre yo también vivo aquí- Ikkaku le abrió la puerta en su rostro se reflejaban unas lagrimas de enojo lo que hacía que tuviera un rostro muy cómico

-deben tener hambre ¿no es así? Déjenme preparar algo-salió corriendo a la cocina los dos la seguimos

-no es necesario aun seguimos llenos después de....-si no fuera por Ikkaku la primera vez que me vio me hubiera asesinado con esa mirada suya, al igual que ese momento

-lo que pasa es que no tenemos hambre aun-su expresión de furia bajo cuando Ikkaku intervino, si no hubiera sido shinigami seria un excelente domador de bestias, pero ella era una excelente manipuladora no pararon ni dos minutos de que Ikkaku se lo dijo y ya estaba llorando

-yo he estado esperando mucho por ti...y ahora que estás conmigo me rechazas- los 3 nos miramos, aunque sabíamos que sus lagrimas eran falsas Ikkaku trato de calmarla

-no es eso es solo que es muy tarde y estamos cansados preferirá dormir-en menos de un segundo se puso de pie los ojos le brillaban como niño con juguete nuevo se seco las pocas lagrimas que había podido sacar y asintió con la cabeza, realmente era una loca psicótica

Nos dio el cuarto de huéspedes, en el había un futón y una cama yo tome la cama e Ikkaku el futón, sin duda un día de locos, al menos esa noche esperábamos descansar aunque fuera un poco

-esta vez no se cuanto tiempo la aguante-Ikkaku interrumpió mis pensamientos con aquella frase

-bueno es mejor esto a dormir en la calle-le respondí mientras me volteaba para verlo-solo no le des tantas ilusiones o le diré a la teniente Kurotsuchi que estuviste engañando-

-¿de qué estás hablando?-mi pregunta de verdad no hizo dudar

-no estoy ciego desde aquel día, estas juntos, se llaman por su nombre, hasta le juraste algo esos son indicios de una relación-mis palabras causaron el efecto contrario que pensaba, ya que al terminar el comenzó a reír

-que Nemu y yo nos llevemos bien y prometamos cosas no forzosamente significa que estemos en una relación...-hizo una pausa para bostezar, era lógico había sido un día demasiado agotador-lo que pasa es que ella y yo...-no termino ya se quedo profundamente dormido, no escucharía jamás el final de esa conversación, siempre que se quedaba dormido así, no recordaba las platicas, como cuando se ponía ebrio junto con Izuru, Renji y Hisagi nunca recordaban la mitad de las cosas que decían.

Hisagi mi alma al fin se sentía en paz, sin la presión de darle una respuesta a sus constantes preguntas.

Aquella pelucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora