Lena es una empresaria que tiene todo controlado. Su casa, su distante familia, una gran cantidad de dinero en su cuenta bancaria. Una vida demasiado cotidiana, que llevará a Lena casi al borde de la locura. Es aquí donde decide aceptar el consejo d...
Nota de la autora: Veo que les gustó mucho la historia. Y ahora que terminé la Meltie es la única que estaré escribiendo. Así que disfruten.
Laureen ..................................
*Lena Pov.*
¡Carajos! ¿Qué fue eso? ¿Acabo de acostarme con la masajista? Una masajista con un miembro colosal... ¡Pero es una profesional! ¡¡Y la incité a hacerlo!! ¡Carajo!
No me fijé en el tránsito. No me importó si me pasaba una luz roja, solo sabía que tenía que llegar a su casa. Mis manos estaban rojas de apretar el volante. ¿Qué diablos acabo de hacer? ¿Acaso me volví loca? Frené de golpe en la puerta de su casa y fui directo a su puerta. Comencé a tocar el timbre repetidas veces mientras el sonido se escuchaba desde donde estaba.
—¡Sí, ya va! ¡¡Ya va!! —Gritó Sam.
Comencé a jugar con mi pie mientras esperaba. La puerta se abrió y al verme, Sam frunció el ceño.
—¿Lena? ¿Qué pasó? ¿No deberías estar dándote un masaje?
—Hicieron más que darme un masaje...
Me hizo lugar para que pasara y entré sin más.
—¿Qué pasó? —Me preguntó mientras cerraba la puerta.
Sentí el nudo en mi garganta, mis manos temblaban y mi corazón estaba a mil por hora.
—Me acosté con ella.
Le dije liberando todo de una como si fuera el aire tras estar aguantando la respiración bajo el agua.
—¡¿Qué?! —Dijo Sam con los ojos bien abiertos—¿Te acostaste con Kara?
—¡¡Mamá, la cena!! —Gritó Ruby desde la cocina.
Sam suspiró y me hizo un gestor e silencio.
—Shh... Ahora me cuentas. Ven, quédate a cenar con nosotras, eso te tranquilizará.
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Le asentí y la seguí a la cocina donde fue directo a revisar pasta, creo yo. Ruby sonrió al verme.
—¡Tía Lena!
—Hola, cariño. —Dije y me acerqué para saludarla—. ¿Estás mejor?
—¡Sí, ya no tengo fiebre! Solo un resfriado. ¿Te quedarás a cenar?
—Así es, se quedará. —Diji Sam y le asentí.
Me senté junto a Ruby mientras Sam me daba una copa de vino y sentía mi cabeza dar vueltas en los acontecimientos de esta tarde.
*Kara Pov.*
¡Iba a matarla! ¿Definitivamente iba a matar a mi hermana! Golpee la puerta, casi tirando la abajo.
—¡¡Alex!! —Le grité—. ¡Abre maldita zorra!
Escuché las risas al otro lado y la puerta se abrió luego del sonido de la llave. Una Alex sonriente y mordiéndose el labio, me miró divertida.
