Capítulo 6

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Nota de la autora: Tener a sus parejas cerca al leer este capítulo y en caso de no tenerla, estar a solas con la manito lista porque la van a necesitar.

Disfruten de la lectura y dejen comentarios.

Laureen

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*Kara Pov.*

El viernes había llegado. ¿Estaba ansiosa de ver a Lena? ¡Claro que sí! Había sido una semana muy atareada para mí, ciertamente estaba agradecida por tener suficientes clientes. Miré la hora en mi celular: 18.53. Lena era demasiado puntual y si golpeaba la puerta antes de las 7 me vería demasiado desesperada o quizás podría molestarla. Así que decidí seguir esperando a que sean las siete.

Estaba apoyada contra la pared, bufando porque el tiempo pasaba demasiado lento. Estaba pensando en qué le diría a Lena al verla cuando la puerta de su apartamento se abrió y quedé de boca abierta, sin saber qué decir mientras se apoyó contra el marco y me miró levantando una ceja.

—¿Vas a quedarte ahí todo el día o vas a llamar a mi puerta?

—Pero... ¿Cómo?

No entendía cómo adivinó que estaba aquí hasta que me señaló encima de la puerta. ¡Tiene que ser una maldita broma! ¿Tenía una cámara?

—Todos los apartamentos tienen cámara de seguridad. Mi teléfono me dio alerta de movimiento. —Dijo y sonrió mordiendo mi labio—. Llevo mirándote dudar si tocar mi puerta o no hace diez minutos.

Y el premio a la tarada más grande del planeta va... para Kara Danvers. Lena se hizo a un lado y me señaló dentro con la cabeza.

—¿Me acompañas, dulzura?

Le sonreí y me acerqué a ella mientras me miraba seductora. Cuando estuve a su lado metí la mano dentro de mi chaqueta y saqué una risa blanca.

—¿Dónde tenías eso? —Me preguntó sorprendida.

Ella miraba la rosa mientras me quité el saco y lo colgué.

—Tengo varios trucos bajo la manga. —Le dije con mi voz un tanto ronca.

Me dio un beso y abrí mis ojos un poco para verla sonreírme.

—Pues me encantan las rosas blancas.

Entramos a la casa y cerró la puerta. Era bastante moderna, muy espaciosa y lujosa, claramente Lena era de esas personas que sabían lo que querían. Estiró su mano para tomar la mía y comenzó a hacerme un tour por su casa.

—Esta es la sala, comedor y cocina, me gusta tener todo junto. —Me explicó y me llevó hasta el balcón.

—Pues es muy espacioso y sofisticado, me gusta. —Dije con total honestidad.

—Me gusta almorzar aquí los fines de semana. —Dijo mostrándome una mesita con dos sillas.

Observé que Lena se había maquillado de forma tenue, lo que la hacía ver más linda de lo normal. Sonreí para mí al tiempo que cerraba el balcón para mostrarme el resto.

—Por este pasillo está el baño, mi oficina y mi dormitorio. —Dijo mostrándome las cosas por orden—. Y al final del pasillo tengo una habitación para huéspedes un tanto pequeña.

—Tienes una casa hermosa. —Le dije y me sonrió.

—Gracias. —Acomodó su pelo detrás de su oreja y me miró—. ¿Vino?

—Por supuesto.

Llegamos a la cocina y me apoyé contra la encimera mientras la veía sacar una botella de vino y dos copas. Claro que mis ojos no perdieron de vista el ajustado vestido que se había puesto. ¡Por Dios! Esta mujer estaba determinada a matarme esta noche.

La masajista (Supercorp AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora