Lena es una empresaria que tiene todo controlado. Su casa, su distante familia, una gran cantidad de dinero en su cuenta bancaria. Una vida demasiado cotidiana, que llevará a Lena casi al borde de la locura. Es aquí donde decide aceptar el consejo d...
Nota de la autora: Tengan a sus parejas o una mano lista, están advertid@s.
Disfruten de la lectura.
Laureen
..........................
*Kara Pov.*
Recuerdo aquél día como si fuera ayer. Tenía ran solo 13 cuando la directora del colegio se acercó al salón y llamó a mi profesora de historia. Todo las vimos hablar y taparse la boca con asombro mientras lloraba. Fue cuando se volteó un momento a verme que me di cuenta que algo malo había pasado. Es... esa sensación en la boca del estómago como cuando algo te cae mal y sientes el vómito queriendo salir al tiempo que tú corazón late a mil por hora. Mi profesora seguía llorando cuando la directora dijo mi nombre, pidió que tomara mis cosas y la siguiera. Recuerdo a la perfección la forma en que mis manos temblaron mientras iba camino a dirección. Aún recuerdo, si se me permite la repetición, ver a Eliza contra la pared tapando su boca y la mirada perdida. Había estado llorando. Me sentaron en la dirección y me dijeron que mis padres habían muerto en un incendio. Unas personas, se habían enojado y habían quemado mi casa. Claro que tiempo después me enteré que lo hicieron por considerar a mi padre y madre pecadores por haber traído una abominación al mundo. Creyeron que estaban con ellos. Me paralice de tal forma que no fue hasta que estuve a solas con Eliza en su casa, tras haber confirmado legalmente su adopción... Que lloré sin parar en sus brazos.
Hoy era uno de esos días dónde estaba sentada, paralizada. La misma sensación. Lena me miraba con preocupación mientras yo procesaba todo lo que me había dicho hace 10 minutos tras la llamada con Lex.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Kara... Me estás preocupando.
Sus manos estaban en las mías pero yo tenía la mirada perdida en la mesita de café y no sentía mi cuerpo.
—¿Qué... edad... tiene... el niño? —Le dije con un hilo de voz.
—No es tu hijo, lo concibió un año después de terminar la relación contigo.
Asentí y tragué saliva. Dudé un momento pero la miré.
—Llegó a mí el rumor de que Lucy estaba embarazada de mí cuando terminamos.
Me miró sorprendida y suspiré.
—No creí los rumores. Pero... Ahora qué dices esto... Yo... ¿Y sí es cierto? ¿Qué tanto podemos confiar en Lucy?
Asintió y tragó saliva.
—¿Quieres investigar si es cierto?
Le asentí y tomé su mano.
—Le pediré a mamá que averigüe en Midvale, seguro que la familia de Lucy sigue viviendo ahí. —Me acerqué mejor a Lena y tomé su rostro entre mis manos—. No quiero perderte.
—¿Quién dijo que me perderás?
Se acercó y me dió un beso. Cerré los ojos, asimilando sus labios y queriendo atraparlos para siempre.
