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...

Taeyong terminó de contarle desde el principio, cuando empezó a recibir esas cartas, hasta ahora

Johnny comprendía todo, sólo que... había algo que no cuadraba, cosa que obviamente, iba a abstenerse a preguntar. Sólo por si lo incomodaba o si quedaba fuera de lugar.

-Y bien? Qué te parece? -pregunto Taeyong cuando terminó de contar la "historia"-

- Pues es bastante confuso todo, hay que investigar más, ¿Tienes las cartas?

- Si, las tengo ¿quieres que las traiga?

- Sí, hay cosas que deben quedar de esas cartas,  hablo de que puede que hayan pistas o algo. Si son cartas viejas, tendrán algo que las distingan de las cartas de ahora

- No es como si fuesen de hace mil años, John. Es más, hasta puede ser sólo una estúpida broma de alguien -dijo con algo de molestia-

John se tomó unos segundos antes de responder

- Por qué piensas que puede ser él quien las haya escrito...? -preguntó con algo de... ¿tristeza?-

- No sé ni por qué lo preguntas -suspiró con algo de pesadez-

Un silencio se puso entre aquellos dos, cosa que daba tiempo a pensar a uno de ellos

- Sé que te afectó mucho lo que sucedió, también fue difícil para mí... Tal como a los chicos, pero las cosas siguen. -dejó caer una mano sobre el hombro de su amigo, tratando de sonar reconfortante-

- Sí, sí, ya lo sé. Pero no dejo de preguntarme por qué a mí y no a alguien más..

- Eso hay que averiguar. Lo averiguaremos, llegaremos al punto de esto y podrás estar en paz junto a tu mente.

- Ah... es que aunque me sienta tranquilo cuando lo descubramos, seguro seguiré pensando en esto, en por qué las cartas llegan a mí, qué tienen que ver conmigo... pero especialmente, ¿Por qué él tuvo que optar por esa opción tan horrenda en vez de confiar en mí y elegirme tal como lo hace con las cartas?.

Taeyong dirigió la mirada de nuevo a su amigo, quien lo miraba en silencio con tristeza en sus ojos.

Su corazón se rompió cuando vio una lágrima pasando por la mejilla de Lee, estaba comenzando a llorar.

- ¿Por qué se suicidó? -dijo con un hilo de voz, más lágrimas salieron cuando John lo recogió entre sus brazos, formando un abrazo-

-Nadie lo sabe. -suspiró, ver a su mejor amigo así de esa forma, lo ponía demasiado mal- Lo siento...

          {°○°}

La tarde en su trabajo siguió comúnmente luego de lo sucedido. Sólo que con un Johnny pegado a él, dandole abrazos y preguntándole si estaba bien cada 3×8. Realmente, todos necesitamos a un Johnny en nuestra vida.

Llegó el momento de regresar a casa, John estaba decidido a acompañar a Taeyong a su casa pero este negó

No iba a ir a su casa esa noche.

Eran las 7:35 de la tarde, Ty iba caminando por las calles, teniendo un punto fijo al cual ir

Ese punto llegó cuando en una de esas calles, paró en frente de una casa, decidido a tocar la puerta.

Dio unos pequeños golpes con los nudillos en aquella puerta de madera color café y esperó unos segundos, cuando alguien abrió esa puerta

-Si? Qué necesita? -una abuela miró con una sonrisa pequeña al muchacho alto que estaba frente a ella-

- Señora... Mai -magicamente pudo recordar su nombre- ¿Cómo está? -dio una sonrisa leve, estaba algo nervioso-

- ¿Te conozco? -la abuelita lo miró con los ojos entrecerrandos, tratando de recordar de quien se trataba-

- No se acuerda de mí? yo-

Se vio interrumpido por una voz detrás de la señora

- Abuela? con quien hablas? -se acercó a la señora, sin mirar quien estaba en frente-

Los dos jóvenes se miraron en silencio.

- Nakamoto.

/яеsετ/ jαεчσиφ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora