ᴅᴏs. ᴀʟɪᴀᴅᴏs.

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𝘜𝘯 𝘥𝘪𝘢 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘢𝘵𝘳𝘢𝘴
𝘈𝘴𝘪 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘦𝘴.

𝘚𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘶𝘯𝘤𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘦𝘯.

𝘛𝘩𝘦 𝘕𝘪𝘨𝘩𝘵𝘴•
[𝘈𝘷𝘪𝘤𝘪𝘪]

☼ ☼ ☼

Jay caminaba a paso rápido por todos los pasillos de los dormitorios arrastrando consigo a Lonnie hasta llegar a la salida.

—¡Nadie puede salir, es tarde!— tomó la muñeca de él para impedir que abriera la puerta.

—Diviértete por lo menos hoy, por una vez en tu vida trata de sentirte libre.— recalcó haciendo incapie a su charla de unos minutos atrás.

Antes de que Lonnie inventara alguna excusa, escucharon las voces del personal acercándose al pasillo donde estaban.

—No tienes mucho tiempo ¿Vendrás conmigo?— musito admirando la expresión de duda que aún mantenía ella, le pareció tierno. Tomó la perilla de la puerta cuando aumentó el sonido de los pasos.—¡Decide!

Justo cuando vio la luz que emitían las linternas del personal que vigilaba el edificio, sostuvo el antebrazo de Jay saliendo a paso rápido del lugar.

—¡No es posible, lo hice!— alardeo la asiática quién siempre trataba de ponerse al margen de las reglas del instituto. Aunque está vez era la expecion, ya que muy dentro de ella le decían que ese era el inicio de una gran noche.

—Luego me agradeces.— le guiño un ojo sin percatarse que la chica seguía colgada de su agarre, no dijo nada.— Hay algo que te quiero enseñar.

Corrieron hasta llegar al enorme campo que ya conocían. Jay se paro justo debajo de la estatua de Bestia y admiro todo a su alrededor.

—¿Sabes que es lo mejor de esto? El silencio.— justo detrás de ella, tocando uno de sus hombros desnudos, le susurro en el oído.— Cierra tus ojos.

La cálida mano erizo aquel cuerpo frío de Lonnie, ese susurro detrás de su punto más débil del cuello la hicieron sentir como una nilita indefensa.

Ella, por el rabillo de su ojo, observó que no dejaba de mirarla. Confío en eso y cerró sus ojos.

—Respira..

Volvió a susurra Jay en su oído. Ella obedeció y empezó a respirar lentamente.

—Ahora...no grites.

Y sin decir más, el ex-ladrón le tapó la boca con su mano y con la otra la cargo rodeandola en sus brazos. Lonnie no comprendía lo que él trataba de hacer así que comenzó a patalear.

—¡Duele Lo!— exclamó en susurro.

— ¡Es la última vez que confío en ti inútil! ¿A dónde mierda me llevas?— indignada y aun en los brazos del chico, exclamó enojada una vez que le destapó la boca.

—Ya que está es una noche de recuerdos, te traje al lugar donde los recuerdos no mueren— indicó él y la dejó con delicadeza en el suelo antes de enseñarle la entrada del museo.

Antes del Amanecer [Descendientes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora