Antes del Amanecer [Descendientes]

ᴄɪɴᴄᴏ. ᴛʀᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀᴅʀᴜɢᴀᴅᴀ.

𝘊𝘢𝘳𝘪ñ𝘰 𝘴𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘳𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢.
𝘛𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘺 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘰.
𝘕𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘦𝘷𝘪𝘵𝘢𝘳 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘥𝘳𝘪𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘳.

•3 𝘢𝘮•
[𝘍𝘪𝘯𝘥𝘪𝘯𝘨 𝘏𝘰𝘱𝘦]

☼ ☼ ☼

Solían discutir, la mayor parte del día. Si no es por exagerar, lo veían más un pasatiempo que realmente una pelea.

A Lonnie le encantaba dejar sin habla al chico cuando tenía la razón, es decir, siempre. Y por otro lado, a Jay le fascinaba notar la ligera tensión de las facciones en la guerrera cuando él se oponía.

Podían hacerlo todo el día.

En algún momento su pelea llegó a ser sobre quien sería mejor líder para Auradon en una dimensión adversa.

Jay se autopostuló. Pero después se retracto diciendo a Audrey.La asiática se molestó, algo que en su momento él nunca notó.

Ella nombró a Evie, dijo que sería una excelente líder, y más cuando era más organizada que la misma reina.

Y ahí fue donde discusión incio ya que Jay dijo que, si fuera un mundo adverso entonces los sexos cambiarían, y eso dejaría a Audrey siendo un hombre por lo que tendría arraigada la idea de una monarquía en orden.

Lonnie no se quedó callada y lo atacó diciendo que porque debería ser un cambio de sexos cuando una mujer puede líderar sola.

Ese día, la discusión terminó en una riña de espadas. ¿Quien ganó? Solo ellos saben como terminó.

Sin embargo, e imposible que parezca, hoy era distinto; llevaban más de dos horas sin discutir.

Después de caminar metros más alejados de la preparatoria de la ciudad. Jay sacudió su cabeza cuando ella negó repentinamente al destapar sus ojos, que metros atrás cubrió con ambas de sus manos.

Aún así el ladrón la miró con una sonrisa, pero ella no parecía agradarle por qué veía.

—¿Nadar? ¡Son casi las tres de la mañana y tu solo pensabas en nadar!

La vista la cual desagrado a Lonnie era un fascinante y tranquilo lago. El mismo donde fueron los reyes de Auradon a su primera cita.

—¡Lo, será divertido!— dijo por detrás apoyando ambas manos en sus hombros.

—¿Tu misión de este día es intentar corromperme?

—No veo nada de malo en nadar. ¿O a que te refieres?— ladeo una sonrisa al quitar los mechones que se desvanecía en sus hombros.

Puso sus ojos en blanco y cruzó se brazos escondiendo sus manos. Bajo su mirada al apreciar el agua; cristalina y con pequeñas luces que provocaban las piedras incandescentes. No era desagradable, la brisa también jugaba un papel importante, todo apuntaba a un lindo recuerdo.