ᴄᴜᴀᴛʀᴏ. ᴇᴠᴀɴɢᴇʟɪɴᴇ, ғɪʀᴇғʟɪᴇs.

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𝘉𝘢𝘪𝘭𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘢 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘻 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢.
𝘊𝘰𝘯𝘵𝘦𝘮𝘱𝘭𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘭𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘦𝘭𝘭𝘢𝘴 𝘵𝘢𝘯 𝘣𝘳𝘪𝘭𝘭𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴, 𝘩𝘢𝘴𝘵𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘢𝘭𝘨𝘢 𝘦𝘭 𝘴𝘰𝘭.

•𝘋𝘢𝘯𝘤𝘪𝘯•
[𝘈𝘢𝘳𝘰𝘯 𝘚𝘮𝘪𝘵𝘩]

☼ ☼ ☼

Habían transcurrido varios minutos desde que bajaron de la alta colina enbusca de lo que tanto la guerrera hablaba.

—¿Me dirás a donde me llevas? Te podría ayudar a no perdernos.— dijo al toparse con una rama de árbol en su rostro.

—Esta muy cerca, te lo aseguro.— insistió, nerviosa. Era la tercera vez que decía lo mismo desde hace diez minutos.

—Pensé que una estratega como tú, sabría ubicarse en un bosque por la noche.

—¿Me subestimas?— alzó su fina ceja arrugado aún más su ceño.

—No me culpes, mis pies necesitan descansar...— reprochó al sujetarse de otro arbusto.

El rostro de confusión de ella se disipó cuando enfrente encontró el sitio que tanto busco.

Era una pequeña pradera enmedio de los árboles, un descanso con puro césped. Camino hacia aquel campo y miró con más atención las estrellas en el cielo; que si bien las admiro desde la colina, las luces de la ciudad disminuían el brillo natural de ellas.

Ahora era todo lo opuesto, pura serenidad sin ruido urbano. Infinita oscuridad con la única luz arriba de sus cabezas. Solos, ellos dos.

La silueta de Jay comenzaba a desaparecer en el sombrío lugar, buscando, por reflejo, la mano de ella para no perderse entre ellos.

Sonrió victorioso  una vez que enlazo su mano, por ende Lonnie se apoyó en su antebrazo. Lo observó en la único que brillaba de su rostro, sus ojos.

—Jay...¿Alguna vez te has enamorado de algo inalcanzable?— suavizando su voz.

Por un momento el soltó una risa nerviosa pensando que era una pregunta absurda, sin embargo la mirada de ella profundizó cuando el no tenía una respuesta concreta.

—N-no entiendo.— alcanzó a decir en forma de susurro.

—Sí, que si no te has enamorado de algo, imposible.— aproximó más su cuerpo al de él, buscando el inicio y fina de su rostro.

—Y-yo no lo diría como tal, enamorado...— intento sostener el chico que parecía estar hipnotizado. Luego negó dudoso y frunció su ceño.—¡Enamorarse es para tontos!

Ella rió por debajo, presentía esa respuesta de él.

—Pues eso mismo sintió Ray...— volvió a hablar serena y desvío su mirada al estrellado cielo. El ladrón sacudió su cabeza, confundido.

—Espera, ¿Acaso todo lo que dijiste fue por esto?

—¿Porque más cuestionaria eso?— esbozo una sonrisa juguetona al sentarse en la gran pradera.

Antes del Amanecer [Descendientes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora