ғɪɴᴀʟ. ᴅᴇsᴘᴇᴅɪᴅᴀ.

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𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘵𝘢𝘯 𝘭𝘦𝘫𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦.
𝘗𝘳𝘰𝘯𝘵𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰𝘴.
𝘌𝘮𝘱𝘦𝘻𝘢𝘳𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘫𝘶𝘴𝘵𝘰 𝘥𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘭𝘰 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘮𝘰𝘴.
𝘔𝘪𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴, 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳𝘦 𝘱𝘦𝘯𝘴𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘦𝘯 𝘵𝘪 𝘱𝘰𝘳 𝘵𝘰𝘥𝘰 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰.

•𝘞𝘰𝘳𝘭𝘥𝘸𝘩𝘪𝘭𝘦•
[𝘉𝘪𝘨 𝘛𝘪𝘮𝘦 𝘙𝘶𝘴𝘩]

☼☼☼

"Prometeme que no nunca me olvidarás".

Esas habían sido las últimas palabras que había pronunciado la guerrera antes de abordar su carroza. Cada gesto que habían compartido pesaba más conforme ella se alejaba.

Y ahora solo era él, en medio del camino con sus amigos detrás. Ese casanova de la isla agitaba su mano por el aire, despidiéndose entre la aquellos brecha de la tristeza y la felicidad. Aferrado a la idea de nunca dejar de amarla, y con la esperanza de que ese vehículo que los separaba, se detuviese, volviendo a ser lo de antes.

Le frustraba pensar que pudo haber tenido una oportunidad con ella desde el inicio, y todo hubiera sido diferente. Y tal vez ese amargo momento que él pasaba, jamás hubiera ocurrido.

Simplemente fue débil e insensato, nunca creyó que doliera más que un golpe en Tourney, o peor aún, uno de la mismísima Mal-Igna.

Pero aquel anhelo de cambiar el pasado solo se estanco ahí, justo en el momento que la carroza era un punto diminuto en el sin fin de dos montañas. Lejana carroza.

No puede descifrar el sentimiento que guarda su corazón, no sabe cómo parar ese dolor tan gigante que su partida le dejó.

Y ahí fue cuando comprendió el significado de aprender a amar.

Porque si realmente es ese su sentimiento, por ningún motivo la haría elegir entre él o su destino. La dejó ser libre prioritando la felicidad de ella, que la suya.

Podría viajar a China y evitarse tanto lío en su mente, pero eso sería demasiado egoísta de su parte. No quería crear un duelo de emociones, no podía destabilizar sus prioridades.

Él debía aprender a sobrellevar esto, algo así como una prueba de cuán grande y fuerte puede ser ese amor que se tienen.

Y si el corazón quiere algo, no hay fuerza que logre cambiarlo.

—Ustedes son muy emocionales, deberían ser más racionales.— Audrey interrumpió aquel silencio que la noche de un viernes dominaba.

Ella, de espaldas de sus amigos; Ellos sentados en una banca justo en el inicio de la arena que daba a la playa.

La rubia con su mirada fija en la espalda de un corpulento hombre que estaba alejado, a unos pocos metros de ellos. Más específicos, parado justo en las faldas del inicio del mar, con sus pies desnudos metidos en la arena y con su vista en la isla de los perdidos. 

La voz de Audrey sacó de balance a ambos, ellos la miraron extrañados de su repentina visita.

—Es porque tu no tienes corazón.— el rey de Auradon defendió al hombre que miraban fijamente. A decir verdad, él y Carlos acompañaban a Jay en las costas de la playa, ya que él último quería admirar más de cerca el oleaje del mar y la fresca brisa que este dejaba.

Antes del Amanecer [Descendientes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora