XVI

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XVI

La peor fiesta

Unas tres veces al año Keira realiza una gran fiesta en su casa. Su casa es enorme, y las fiestas siempre terminan saliéndose de control. Pero lo mejor, o quizás lo peor, es que, como la casa esta alejada de la ciudad, perdida en un extenso terreno solitario, no hay vecinos quejosos que denuncien una fiesta de menores de edad consumiendo sustancias prohibidas.

Todos aman las fiestas de Keira.

Esta va a ser la segunda vez que iré a una de sus fiestas. La primera vez fue el año pasado y no recuerdo ni la mitad de la noche. Ni del resto de fin de semana. Pero esta vez voy a disfrutar sin quedarme inconsciente. Bailaré con mis nuevas amigas y me divertiré como la joven y despreocupada chica que soy. Para los problemas ya tenemos toda la vida de adultos ¿No? Es mejor preocuparse de las cosas cuando se su momento y aprovechar la juventud para la diversión.

Keira, Gabi, Thea y yo nos preparamos en casa de la primera. Fue una verdadera sorpresa que ella me invitara, después de todo no es un secreto que nuestra relación no avancé por los caminos de la amistad, precisamente. Aun así, me divertí con ellas mientras elegíamos la ropa que nos podríamos y nos peinábamos y maquillamos entre todas.

Al final, mis ojos fueron pintados por Gabi mientras que la base de maquillaje me la puso Keira. Thea me pinto los labios de un rojo cerca. Cuando me pinto, ella estaba muy cerca de mi y sus labios estaban a escasos centímetros de los míos. Nuestros alientos chocaron, frescos como la menta, y el suave roce del pincel de labios hizo del momento algo muy erótico.

Pero desperté del sueño enseguida. Thea se alejo para atender los pedidos de auxilio de Keira y Gabi termino de ayudarme con el conjunto de ropa. Termine luciendo una falda corte plato que llegaba a unos dedos arriba de mi rodilla y una remera de mangas cortas negra con toda la espalda al descubierto. Keira me presto unos bonitos zapatos cómodos, de tacón bajo que no lastimaran mis pies tras horas de bailar.

Gabi se puso un vestido muy escotado y brillante, nos pidió ayuda porque quería impresionar a Magnus. Si, las fiestas de Keira era una de las raras veces en las que el estudiante número uno se deja ver fuera de los salones de clases. Keira lucio unos apretados pantalones negros de cuero que realzaba su muy proporcionado trasero y un top que bien podría transformarse en un sostén. Thea escogió unos shorts gris oscuro que le sentaban de maravilla y un top más recatado que la de Keira, pero que le daba un aire muy muy sexy.

No puedo creer que estoy en la misma habitación con las tres diosas de la escuela. Ya se lo que dice Thea, que ellas son solo unos estudiantes más, pero aun así...es increíble. Y también es increíble que yo este dando este gran paso. Antes, siempre me preparara con Elisa y disfrutaba esos momentos pre-fiesta. Pero vivía el momento sabiendo que solo era cuestión de pocos minutos para que ella me abandonara para ir con Axel. Ahora, ahora no me siento así. Me siento feliz, alegre, ansiosa por divertirme y no puedo parar de reír por las ocurrencias de estas chicas. Se siente bien esta libertad que eh conseguido. Y jamás lo habría logrado sin Thea.

Los invitados empiezan a llegar cerca de las once. En menos de una hora el lugar esta abarrotado, la música oculta cualquier otro sonido y la pista de baile es un enredo de cuerpos moviéndose al compas del ritmo electrónico.

Eh perdido la noción del tiempo. Estoy algo avispada, pero no llego al punto de estar ebria. Lo que si estoy es cansada, así que me despido de Thea en la pista de baile gritándole al oído, diciendo la escusa de que iba por algo de beber.

Estaba pasándolo realmente genial en la pista con Thea, ella baila increíble. Pero mis pies ruegan por un descanso, y mi garganta esta seca, así que una gaseosa no me vendría mal. Espero encontrar alguna sin nada de alcohol, quiero terminar la noche consciente.

Como Enamorarme Otra Vez  #LGBTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora