Asesino (NaLu)

Capítulo 1: Trabajo

En un hogar bastante retirado de la ciudad vive un hombre ya entrado en edad, el hombre no vive solo pero a decir verdad pasa la gran parte del tiempo solo en esa casa a la espera de que su hijo llegue sano y salvo cada vez que este sale.

-Ahh que pereza – Dice el hombre tirándose sobre el sofá, agotado pues ha pasado todo el día fuera de casa. De entre sus labios escapa un suspiro a la vez que sube los pies frente a la mesa donde ya tiene el café preparado. Coge los papeles que hay sobre la mesa a la vez que con su otra mano coge la taza y da un sorbo al ardiente café.

Escucha el sonido de la puerta de la casa abrirse y segundos mas tarde cerrarse. No se voltea ni se inmuta pues sabe quien a entrado en casa.

-¿Ya estás de regreso, Natsu? -Pregunta el hombre, al recién llegado.

-Si padre –Contesta Natsu al momento que deja caer su mochila en el suelo.

-Hace unos días llegó una misión muy interesante, esta bien pagada y yo no tengo ganas de hacerla por lo que la he guardado para ti -Confiesa el hombre pasándole a su hijo un papel donde está toda la información que este necesita.

-¿Qué hay que hacer? –Pregunta el peli rosa ignorando el papel.

-Tienes que matar a este hombre –Le muestra la foto de un señor mayor que viene incorporada con la información de la misión– Después salvas a la chica y la llevas de regreso a casa, con su padre.

- ¿Solo eso? –Pregunta sorprendido- ¿Qué ha hecho este hombre para que el padre de la chica quiera cargárselo? -Acompaña a la pregunta con una leve carcajada.

-Cometer el peor error de su vida –Responde sonriendo– Tienes que llegar antes del 6 de mayo, a Crocus – Le señala el calendario– Después de la boda.

- ¿Antes del 6 de mayo? Pero si estamos a cuatro –Dice exaltado.

Se levanta corriendo del sofá. A toda prisa va a su cuarto y coge un par de mudas limpias que guarda en la mochila que antes ha tirado al suelo. Con un grito se despide de su padre.

- Ten cuidado -Le despide su padre viéndole salir por la puerta.

El viaje se hace bastante largo para Natsu, tiene que ir a la capital en tren y si hay algo que odia son los transportes, no le gustaban nada de nada, siempre que sube en uno se acaba mareando.

El día acordado Natsu llega a Crocus a media mañana, dedica su día a localizar el hotel al que vendrá por la noche a llevar a cabo su misión. Cuando finalmente termina de organizarse se marcha a comer para hacer tiempo.

No se encuentra nervioso por lo que va a hacer, lo ha hecho en montones de ocasiones, no pasaría nada nuevo.

-Bien, ya es hora -Dice cuando la alarma de su reloj suena sacándole de sus pensamientos. Recoge sus cosas y se marcha en busca de su objetivo.

La noche ha caído sobre Crocus. Lucy esta encerrada en el baño quitandose ese horrible vestido de novia que acababa de utilizar hace apenas un par de horas. Su actual marido la esta esperando en la cama y ella esta haciendo tiempo para no salir y verle.

Era un buen hombre, pero no era un hombre para ella. Suspira y decide salir y afrontar su destino. Al salir se encuentra una escena muy conocida para ella, un chico apuntando una pistola a la cabeza de su esposo que no reaccionaba ya que está dormido, pero esta vez no iba a permitir que eso volviese a ocurrir.

-No lo hagas –Pide ella poniéndose entre la pistola y su marido.

- Vaya, vaya –Dice el chico mirándola de arriba abajo, baja la pistola previniendo que pudiese ocurrir algún accidente- ¿Tu eres su mujer? – Pregunta mirando al anciano que hay tras ella.

- Te manda mi padre ¿verdad? – Pregunta ella sin moverse de delante de su esposo e ignorando la pregunta del chico.

- A ver, bonita, muévete, tengo que trabajar y quiero acabar con este hombre para poder irnos de aquí pronto -Dice él queriendo parecer amable, pero a ella le parecía todo lo contrario.

- No dejare que le mates –Dice firme y sin vacilar.

- ¿Por qué le defiendes? –Pregunta él riéndose- Es un matrimonio de conveniencia ¿No? Ni siquiera le amas, le mato y te ahorro el mal trago de tener que acostarte con él.

-Me da igual si es un matrimonio de conveniencia, estoy harta de verles morir, por mucho que les odie –Dice ella a punto de llorar al recordar las muertes que había presenciado antes. – No quiero ver morir a nadie más –Se pone firme e intenta evitar que sus lágrimas caigan para no parecer débil frente a el asesino.

-Nunca antes he fallado un trabajo asique... - Dice comenzando a estresarse- O te mueves o te mato – Le da las dos opciones poniendo su pistola en la frente de la chica. Con intención de asustarla y que esta le dejase terminar su trabajo de una buena vez.

- Mátame entonces -La mirada de la chica no expresaba miedo alguno. Natsu estaba comenzando a enfadarse y sus ganas de matarla a ella también se estaban incrementando.

- Como quieras –Le responde. Lucy cierra sus ojos esperando a que el sonido de la pistola se escuchase, pero ese sonido no llega, todo lo contrario, nota la mano del hombre coger la suya, la sube delicadamente por su brazo hasta llegar a su cuello. Lucy sorprendida abre los ojos a la vez que él la empuja contra su pecho y hace aa chica enterrar su cara contra su cuerpo– Nunca he fallado un trabajo – Repite en voz baja junto a su oido.- Asique concederé a medias tu deseo -  pone su mano sobre los ojos de la chica, con la mano que le queda libre alza su pistola y dispara a la cabeza del hombre, manchándoles a ellos y a gran parte de la habitación de sangre – Cierra los ojos –Le pide él en el mismo momento que retira la mano de la cara de la chica– Sera mejor que no dejemos tus huellas –La toma en peso y ella no se resiste ¿Cuántas veces ha pasado ya por esto? Natsu se acerca a la venta y sale junto ella del mismo modo que ha entrado.