Princesa, ya no vivimos en un cuento de hadas. Ya no puedes esperar a tu caballero de brillante armadura encerrada en un torreón. Ya no debes tener miedo a lo desconocido.
Princesa, ahora tú eres propia salvadora, no será bonito ni delicado, pero te ayudará a sentirte bien el salir sola de tus problemas...
Princesa, deja de ser una princesa y conviértete en heroína.
ESTÁS LEYENDO
Cartas de una desconocida
PuisiCada carta tiene su destinatario, pero de algún modo, sin enviarlas, sé que llegarán a quien tienen que llegar.