Tras las eternas guerras, desastres naturales y límites de la codicia humana, el mundo entero estuvo a punto de probar el final. Inazuma, nuestra ciudad lleva sufriendo una guerra civil por la supervivencia, una guerra que ha cesado poco a poco, per...
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Hace tres décadas que la ciudad Inazuma fue devastada por la ira de la naturaleza ante la guerra que ardía en todo el mundo. En Japón ya se cocinaba la guerra también: en el sur la pobreza estaba latente desde hace tiempo y con la guerra no haría más que empeorar.
Pero jamás sucedió. Prácticamente toda la capital fue destruida por los dos terremotos consecutivos. Se intentó poner en pie, pero la paz no hizo que mejorara la economía. El Centro se consiguió restaurar como en sus inicios: una ciudad moderna, imponente y viva. Se inició también con la Transición pero el proyecto fue abandonado cuando la ciudad se quebró de peor forma que por los terremotos. El Centro se aisló como la única ciudad y los anillos exteriores se convirtieron en las afueras de la capital.
Y así nació un nuevo proyecto: volver a convertir Japón en una gran potencia mundial. Y para eso no sólo la capital debía ser perfecta. Se iniciaría una restauración del país de la forma más radical posible. El ejército se repartió de norte a sur teniendo controlada la población.
La riqueza nacional no abundaba como para rehacer el país, por eso simplemente se rescataría lo que en mejores condiciones estuviera... se destruiría lo irreparable; las zonas en decadencia, las chabolas de quienes sobrevivían en la miseria. Y todo ello incluía a las personas que habitaban cada rincón "irreparable" de Japón.
En la capital se aplicaba una técnica más radical: el destruir por completo la Transición y Periferia. Se destruiría por completo para luego poder expandir el Centro y recuperar tal poder internacional como el que tenía Japón en los años ochenta, antes de la guerra mundial.
Aún así no todos los marginados estaban completamente indefensos. Marginados era el término para denominar a los habitantes de Inazuma que no fueran del Centro.
Las antiguas mafias y grupos de apoyo militar que fueron afectados comenzaron a servir como resistencia ante el plan de reestructuración radical de las afueras. Empezaron defendiendo sus propios territorios, ayudando a los demás afectados cuando el Centro negó ayudar en el segundo terremoto (cuando el Centro ya estaba reparado). Y actualmente se había formado todo un sector rebelde con bandos aliados que brindaban apoyo desde sus propias zonas ya fuera defendiendo, oponiendo resistencia o simplemente ayudando a los civiles.
Bombardeos, lluvias ácidas, ataques... Esas eran las formas en las que el Centro intentaba reducir a cenizas los anillos de la Periferia y Transición. Aunque no faltaban las mafias que no apoyaban la Rebeldía y continuaban consiguiendo dinero para su propio bien también rivalizando al Centro.
Una sociedad podrida, un país estancado en la miseria y poder militar sumado a la dictadura mejor conocida popularmente como la Dinastía de los Cinquedea. Ese era el paisaje del país del sol naciente.
La única opción es sobrevivir, no hay ninguna más. Ya sea apoyando al Centro, a la Rebeldía, a alguna mafia o sobreviviendo para uno mismo, siempre habría enemigos que te intentarían destruir, siempre estarías en guerra aunque fuera sólo para cruzar la calle con el terror en el cuerpo.
El Centro teniendo una vida inimaginablemente cómoda, la Transición acogiendo a la mayor parte de marginados con una vida durísima pero con una estructura más similar a una sociedad sumamente empobrecida; mientras que la Periferia era una zona donde se luchaba por la supervivencia a todas horas. Nunca se podía saber lo que pasaría, cuándo lanzarían un ataque, cuándo se libraría una batalla o un ajuste de cuentas...
Nunca se sabe hasta qué logramos llegar.
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