Descongelando sentimientos

La boda de Elsa y Merida

Elsa yacía en la cama, con las mantas sobre la cabeza. Quería dormir un poco más antes de que todos la interrumpieran por el día. Justo cuando casi había logrado quedarse dormida nuevamente, un golpe sonó a través de la habitación.

Con un gemido, Elsa se asomó por debajo de sus mantas. La puerta se abrió y Anna entró. Al menos no está cantando esta vez .

"¡Te vas a casar!" chilló.

Quizás el canto hubiera sido mejor. "Sí, Anna". Se sentó y dejó caer las mantas, permitiendo que el aire frío de DunBroch la envolviera. "Y hay muchas otras cosas que podrías estar haciendo ahora. Falta para la ceremonia todavía".

"Tu futura esposa está despierta", dijo Anna. "Está ayudando a los trolls a armar todo ".

"¡Ella me dijo que me quedara en la cama para poder dormir!"

Anna la ignoró y cerró la puerta. Cuando se volvió, arrojó un paquete sobre la cama. "Bueno, tu vestido está listo, y necesito asegurarme de que los ajustes sean perfectos".

Elsa suspiró y finalmente apartó el resto de sus mantas a un lado. "Bien". Se puso de pie y miró a Anna con las manos en las caderas. "Pero si me queda."

"No eres divertida. Es el día de tu boda. ¿No deberías estar cantando y haciendo pequeños secuaces de nieve para vestirte?"

Anna abrio el paquete mientras Elsa arrojaba su camisón a un lado. Permitió que Anna la ayudara a ponerse el vestido . "Estoy feliz. Confía en mí. Nada podría hacerme más feliz que casarme con Mérida. Simplemente podría prescindir de todo el drama y eso".

"Bueno, eso sin duda es entendible, pero tenemos que prepararte". Anna subió el vestido y pasó los brazos de Elsa a través de las mangas. "Quédate quieta". ató la espalda, tirando del hilo tenso sobre el vestido verde y dorado. La costurera del castillo lo había hecho especial para este día. Mostraba los colores del clan de Mérida. El hilo de oro había sido tejido en forma de nudo celta a lo largo de los puños y el cuello.

"¿Cómo se ve?" Preguntó Elsa. Podía sentir cómo se ataban los últimos lazos.

"Se ajusta lo suficientemente bien". Anna tiró de varias partes del vestido. "Quiero decir, no creo que se caiga".

"Anna, el vestido está bien".

"¿Pero qué pasa si una brisa deshace uno de los lazos o una rama atrapa la costura? ¡Entonces todo se podría deshacer y estarías avergonzada frente a todos!"

Elsa sacudió la cabeza. "Viviré. Puedo hacer mi propia ropa si pasa eso". sacudió su muñeca y agitó una pequeña ráfaga.

"Desearía que no tuvieras tus poderes hoy."

"¿Tienes miedo de que salte por la ventana?" Preguntó Elsa.

"Eso ni siquiera es un poco divertido. ¿Sabes lo que fue tener a todo el castillo viniendo a mí para decirme lo que habías hecho?"

Elsa levantó una ceja. "Me imagino que es algo similar a que el personal venga a contarme tus hazañas".

Anna la fulminó con la mirada. "Bien, señorita perfecta".  se cruzó de brazos. "Echate un vistazo entonces". Anna hizo un gesto hacia el espejo. Elsa se volvió y casi se olvidó de respirar. La costurera había hecho un trabajo fantástico, pero verse a sí misma con los colores de Mérida hizo que su corazón latiera con fuerza. Estaba sucediendo. Se iban a casar.