04: Una hermosa compañía

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Punto de vista de Chloe

Había llegado muy temprano a la compañía, como prometí. No era de esas chicas que llegaban tarde, y ayer definitivamente me llevé una decepción personal al contradecir mis normas. Empecé a trabajar desde entonces. Terminé lo poco que dejé incompleto ayer, y mi próximo lugar de limpieza era... la oficina de Harry.

A pasos nerviosos llegué al frente de esta. Tenía como era de suponerse el apretado uniforme, que Harry me había asignado. Traía un cesto con rueditas, en donde tenía todos los complementos que utilizaría: pañuelos, ceras, desinfectantes, cepillos, y más.

Toqué dos veces la puerta de la oficina y esperé cualquier tipo de respuesta. De inmediato la voz de Harry diciendo un adelante, me impulsó a abrir la puerta y entrar. Solté un suspiro y me giré para tomar el cesto y traerlo adentro. Cerré la puerta y le dediqué una pequeña sonrisa a Harry, quién estaba en su escritorio mirándome fijamente, inspeccionándome en todos los aspectos diría yo.

—¡Buenos días, Señor Styles! — hablé haciendo notar el entusiasmo mañanero que yo naturalmente poseía.

— ¡Oh vamos Chloe! Te he dicho que puedes llamarme Harry — intervino de inmediato con una sonrisa — Además, sólo son unos cuatro años de diferencia. Tampoco soy un viejo.

Yo sabía que Harry era un chico muy joven. Pero, el respeto siempre estaba por delante.

Solté una pequeña risa nerviosa. — Está bien... Harry, hoy me toca limpiar su oficina...

— ¿Vamos de nuevo a las formalidades? Tutéame por favor.

Mordí mi labio inferior y asentí. —Bien... hoy me toca limpiar oficina.

Harry asintió y no se movió de su asiento. — Me parece muy bien, ya era hora de tener una hermosa compañía por aquí.

Mis mejillas de inmediato se encendieron, y mi corazón empezó a desplomarse de vergüenza. Yo me sentía completamente nerviosa con todos aquellos halagos que Harry constantemente me regalaba. 

A cabizbaja llegué al escritorio. —¿Tú...., tú te quedarás mientras limpio? — pregunté tímidamente, casi adivinando la respuesta. 

Harry asintió y sonrió. — Por supuesto, nena.

—Si te incomoda, puedes irte... no lo sé, yo limpiaría rápido y....

Harry se levantó con precisión de su asiento y empezó a caminar hacia mí. Desviaba constantemente la vista de sus penetrantes ojos esmeraldas, estaba nerviosa, muy nerviosa. Se situó muy cerca de mí y cuando digo cerca, es muy cerca. Tanto, que podía sentir su respiración.

— ¿De verdad piensas que me incomoda estar contigo en mi oficina? — susurró, su aliento golpeaba mi rostro sutilmente.

Acercó su rostro hacia el mío, casi rozando nuestras narices. Apreté mis labios con fuerza y el pañuelo que tenía en la mano cayó de inmediato al suelo. Estaba segura de que escuchaba mi corazón, de hecho, sería extraño que alguien no lo hiciera.

Alcé mi mirada, y ahí estaba él, con sus imponentes ojos verdes, oscuros y claros a la vez. Su piel lisa y blanca, lo único que producía en mí era querer acariciarla. Bajé mi vista hacia sus labios, rosados y carnosos, sentí la fuerte presión de querer... ¿Besarlos?

No.

Alcé de nuevo mi vista conectando nuevamente mis ojos con los de él, pero ahí no estaba su mirada. Él estaba mirando hacia mis labios, y rápidamente subió su mirada hacia la mía. Ladeó una brillante sonrisa y se fue hacia mi oído, en donde susurró: — Por mí, te tendría todos los días aquí mismo.

Styles Models » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora