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11: Se sentía bien

Punto de vista de Harry

Chloe caminó junto a Chelsey hacia la carretera. Me apoyé en mi auto cruzándome de brazos, viendo con mucha concentración como se alejaba de la compañía. Sus caderas se movían al compás de su ligero caminar. Su mano estaba entrelazada con la de la pequeña Chelsey balanceándolas al ir y venir del viento frío del atardecer. Sus gestos me hacían saber que estaba riéndose junto a su hermana. Mis labios se curvearon en una pequeña sonrisa al ver tan tierna imagen.

El celular no se relacionó nada en lo personal. Sencillamente cada una de mis nenas tenía uno para poder comunicarse en lo principal, conmigo.

Y Chloe, no iba a ser la primera excepción.

Desde el momento que llegó con esa sonrisa nerviosa a mi oficina, su mirada mostrando más que deleite y su rostro contemplando cada cosa del lugar, la hicieron completamente mía, desde el principio. Quizá ella aún no ha notado mis verdaderas intenciones «sexo» pero eso no la hace menos de mi propiedad. Probablemente mis intenciones salgan a flote muy pronto, y estoy seguro que no va a negarse.

Solté un suspiro. La silueta de Chloe y Chelsey se habían desvanecido en el camino. Me pregunté qué es lo que hacía Chloe luego de salir de la empresa. No dejé que mi mente volara más allá y sin perder más tiempo saqué las llaves de mi BMW negro subiéndome de inmediato en él. Mi celular vibró dentro de mis pantalones.

Deborah

Giré los ojos y descolgué la llamada.

— ¿Dime, Deborah? —tomé el celular con una mano y con la otra encendí el auto.

— ¿Vendrás hoy a mi casa, osito? — murmuró dándole énfasis a su tono que pedía a gritos «sexo».

La simple idea que cruzó por mi mente hizo que mi polla se alegrara. Ladeé una sonrisa. Jamás iba a cansarme de esto.

—En quince minutos me tienes ahí — dije y colgué.

Apreté el acelerador, con mi único objetivo: saciarme de los placeres que me daba mi novia.

(...)

Seguí embistiendo con fuerza dentro de Deborah. Gruñí por la placentera fricción que mis profundos movimientos me brindaba. Sus piernas se apoderaron de mi cintura atrayéndome aún más hacia ella.

—Harry... — gimió cerrando con fuerza sus ojos, mientras que aprisionaba su labio inferior con sus dientes —. Estoy... casi...

La sujeté con fuerza clavando mis dedos en la piel de sus anchas caderas, teniendo así un mejor soporte. Solté un gemido profundo, al saber que ya estaba por cumplir mi objetivo. Salí de ella y volví a entrar con más fuerza que antes haciendo que de inmediato me liberara. 

Me acosté a un lado de Deborah tratando de normalizar mi respiración, la cual ahora, se encontraba muy acelerada.

—Eso fue... — suspiró Deborah — Impresionante.

Sonreí satisfecho. Salí de la cama y tiré el condón a la basura. Empecé por colocarme con rapidez mis boxers y luego toda mi ropa. Ajusté mi corbata y desvié mi mirada hacia Deborah, quién estaba con un profundizado fruncimiento de ceño.

—Quédate — pidió saliendo de su cama, dejando su cuerpo desnudo a la vista.

—Deborah, ya sabes que...