Capítulo 8: "Una vida cruel"

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Sam se dirigía hacía la salida del parque cuando entraron como por casualidad Suso y sus colegas, John y Hugo.

Parecía como si estuvieran algo drogados, tenían más mala cara que de costumbre. Armaban mucho jaleo al hablar entre ellos mientras caminaban. Al cruzarse y ver a Sam era inevitable que estos le increparan y le dijeran algo.

Hugo: Mirad quien esta aquí.

John: ¿Qué haces con el gato en el parque? ¿Lo estás sacando a pasear o qué? Jajaja

Suso miraba serio y fijamente a Sam mientras sus amigos se reían.

Suso: ¿Qué coño haces tu aquí?

Sam: Suso, ahora no, por favor. He tenido un día de mierda y estoy cansado. Cuando nos veamos mañana por la mañana en el instituto ya me molestas como haces siempre ¿vale?

Suso le pega un puñetazo a Sam, tirando a este en el suelo.

Suso: Coged al gato que no se escape.

John cogió al gato y lo retuvo en brazos. El gato empezó a ponerse nervioso y a maullar.

Sam: Pero que haces...

Suso: ¿Dices que has tenido un día de mierda? ¿En serio Sam? Te voy a contar lo que es tener, no un día, sino una vida de mierda. Un día de mierda es levantarte un día con 7 años y ver a tu madre muerta en el sofá de tu casa por sobredosis. Tener un día de mierda es llegar del colegio y que tu padre te pegue palizas día si y día también. Tener un día de mierda es que venga una mafia a tu casa a secuestrarte cuando solo tenía 10 años por culpa de las deudas de tu padre, si es que se le puede llamar padre. El único día que no fue una mierda para mi... ¿sabes cuando fue? Cuando murió aquel hijo de puta que tenía por padre.

Sam estaba muy sorprendido de todo lo que le estaba contando Suso, al igual que John y Hugo, ambos estaba perplejos. Parecía como si fuera la primera vez que contara algo así, la primera vez que se abrió y expresó sus sentimientos.

Suso: No se si lo sabías pero yo también perdí a mis abuelos, eran los únicos que pese a ser un delincuente, una mierda de persona, como mi padre... a pesar de eso, ellos me querían y me trataban bien... y no se ni como... desde entonces odio mi vida... odio la vida en general.

Sam: Pero...Suso...

Suso: CÁLLATE, NO HE TERMINADO.

(Gritó mientras se le escapó una lágrima)

Suso: ¿Sabes porque te odio Sam? ¿Por qué te hago a ti lo que te hago a diario a diferencia de los demás a los que les hago la vida imposible? Porque los dos somos iguales. Nuestras vidas son una mierda y ambos estamos empeñados en cambiarla, pero los dos sabemos que eso es imposible. La diferencia es que yo he perdido a mi familia entera, lo he perdido todo... al igual que tu, pero tu siempre estabas con esa falsa sonrisa que me molestaba, te envidiaba por poder sonreír pese a toda la mierda que tenías encima...

Sam: Te equivocas Suso. Mi sonrisa no era falsa. Yo sonrío porque soy feliz. Intento serlo aunque a veces cueste y la vida sea dura per...

Suso: No. Cállate. La vida es una puta mierda, no merece la pena vivirla cuando te trata tan mal como a mi. Por eso soy así, porque la vida me ha tratado mal. Por eso trato mal a los demás, me hace sentir mejor a pesar de saber que no es el camino adecuado.

Sam estaba empezando a preocuparse por la situación.

John: Oye...Suso... ¿Que hacemos?

Suso: Dame al gato.

Sam: Eh Suso ¿qué vas hacer? No hagas ninguna locura por favor. (Dijo preocupado)

Suso: Vas a sentir el verdadero dolor una vez más Sam. Para que veas que en esta vida solo hay dolor y crueldad.

Suso cogió a Tifu, este estaba muy asustado.

Suso: Vosotros, vamos, pegadle lo más fuerte que podáis a este trozo de mierda, a ver si después de esto sonríe.

John y Hugo se abalanzaron hacía Sam para golpearlo, pero este se defendió a diferencia de otras veces.

Hugo le dio un puñetazo en el estómago, Sam se lo devolvió con bastante fuerza y le dió otro en la cara que le hizo sangrar. John le hizo un placaje a Sam y ambos acabaron cayendo. Una vez en el suelo, Sam tenía poco que hacer. Hugo y John ya le tenían donde querían y empezaron a golpearle violentamente mientras este estaba en el suelo.

Mientras Sam estaba sufriendo los golpes de estos dos, escuchaba unos maullidos de dolor de su gato.  Suso estaba golpeando y torturando al gato sin ningún tipo de compasión. Los sonidos de los golpes y los gritos de dolor eran escalofriantes.

Sam intentó levantarse mientras forcejeaba con ellos pero era totalmente imposible.

Cada vez eran más duros los golpes que recibía Sam, al igual que los que recibía Tifu.

Con los ojos entrecerrados, veía a su gato, sangrando y gritando de dolor hasta que... se hizo el silencio.

...

..

.

Entre la oscuridad aparecían recuerdos. Personas... momentos... lugares...

Aparecía un hombre con una bata blanca.

Sam: ¿Dónde estoy?

El hombre se giró y le miró fijamente.

¿¿??: ¿Cómo que dónde estás? Has estado muchas veces aquí Sam. ¿Acaso no recuerdas mi laboratorio?

Sam: ¿Laboratorio?

¿¿??: Sam ¿estás bien hijo?

Sam: Pa... pá...

Todo se volvió oscuro otra vez.

Cayó una gota de agua, seguida de otras muchas.

De repente, Sam despertó. Era una especie de sueño. Se quedó inconsciente de la paliza que recibió por parte de John y Hugo.

Estaba lloviendo. Veía unas siluetas a lo lejos marchándose del parque, seguramente se tratara de ellos.

Sam apenas tenía fuerzas para levantarse. El dolor le impedía moverse.

Estaba tirado en el suelo, mojándose bajo la lluvia sin poder hacer nada.

Pasado unos minutos de silencio, donde solo se escuchaba el agua caer de la lluvia. Sam se empezó a arrastrar hacía donde estaba su gato.

Sam lloraba. Las lágrimas se camuflaban en su rostro con el agua de la lluvia. Tifu estaba muerto. Estaba completamente manchado todo de rojo, no dejando apenas ver ni un poco de su pelaje blanco.

Los sentimientos empezaron a correr por el cuerpo de Sam. Tristeza, rencor, furia...

Sam: Lo siento Tifu... no he podido hacer nada... todo esto es culpa mía... Sabía que yo no podría cuidarte como te mereces... o que saldrías lastimado por mi culpa tarde o temprano de alguna forma u otra...

Sam estaba totalmente desconsolado. No podía dejar de llorar y de sentirse angustiado hasta el punto de sentir asfixia y agonía.

Sam: Yo te quería... lo siento Tifu...

Dijo intentando tocar el cuerpo ensangrentado y deformado de su gato por última vez. Pero se desmayó...

Se hizo de noche completamente. Las nubes eran totalmente negras aunque dejó de llover.

Una extraña silueta se acercó al parque. Cogió a Sam y se lo llevó.

...

"Los malos recuerdos torturan hasta a los más valientes."

The Sleepwalking Demon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora