🥀1- Mayday~ Got7🥀

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- ¡Perdone!- dije mientras corría sin parar por la acera. Era la tercera vez que me chocaba con alguien desde mi casa.

¡Joder! ¿Cuándo coño vas a cambiar Larajin?

Llegaba tarde, como siempre, a mi cita. Por mucho que siempre lo planease con tiempo nunca conseguía ser puntual.

Soy un completo desastre.

Llegué 5 minutos después con la respiración entrecortada, hiperventiladando a más no poder y con la sensación de haber dejado un pulmón por el camino.

Subí los tres pisos de escaleras lo más rápido que podía y corrí por el pasillo.

Habitación 302, habitación 303, habitación 304...

¡Habitación 305!

- ...si, claro. ¡Oh!- dijo Jaebum al verme.

- Yo...lo....siento...- dije con la respiración entrecortada, el doctor colocó una mano en mi espalda y me sonrió.

- Siempre llegando tarde. ¿Eh?- dijo conociéndome ya bastante bien.

- Ya me conoce, no hay que perder las costumbres- dije siguiéndole la broma y comenzando a calmar un poco la respiración.

- Debo irme, Jaebum ponle al día por mi ¿vale?- el chico asintió y el doctor Kim se fue hasta la siguiente habitación, seguramente a su próxima consulta.

Nos sentamos en los asientos de enfrente de la puerta de la habitación y ambos sonreímos, nos habíamos vuelto más cercanos desde...bueno...

Nos dimos un pequeño abrazo, ambos lo necesitábamos, y vimos oportuno comenzar con la charla.

- El doctor lo ha visto bien- dijo soltando las palabras como si pesasen kilos, yo suspiré aliviada- No ven nada fuera de lo normal pero por esa misma razón se extrañan de que siga en coma después de una semana. Han dicho que no saben cuanto puede durar esto, debemos ser pacientes.- dijo mientras yo miraba al suelo nerviosa.

¿Cuánto más debía durar esto?

Llevábamos una semana, solo una puta semana y yo ya estaba atacada. Una semana sin verlo y si, había entrado todos y cada uno de esos siete días a visitarlo pero eso no era verlo, era simplemente mirarlo.

Tu puedes mirar a una persona tanto como quieras pero solo puedes verla de verdad cuando te esfuerzas mucho.

Yo llevaba una semana mirando a Jungkook pero no podía verlo, no conseguía ver al chico que había sido, al que todavía era a pesar de las circunstancias. Yo quería de vuelta a mi Jungkook de siempre, al que me sacaba una sonrisa, al que me llevaba en su moto hasta el fin del mundo, hasta que se me olvidaba todo menos nosotros, echaba de menos que me cogiese la mano para meterla en el bolsillo de la chaqueta. ¡Joder, echaba de menos hasta escucharle respirar!

¿Qué había sido de nosotros? ¿Por qué habíamos llegado hasta estos términos?

Joder quería que volviese a hacerme rabiar, que acelerase la moto para que me agarrarse más fuerte a su cintura, que me cogiese mechones del pelo mientras intentaba hacer los deberes, que me besase de nuevo...

¿Por qué fuimos tan estúpidos?

¡Todo es culpa mía joder!

- Ey- dijo Jb dándome un leve empujoncito en el brazo.- Esto no es culpa tuya- dijo como si me estuviese leyendo el pensamiento.

- ¡Claro que es culpa mía! Jb yo...si tan solo- los ojos empezaron a humedecerse un poco- si tan solo hubiese sido menos cabezona...si hubiésemos hablado las cosas antes...él- me tapé la cara intentando ahogar un sollozo. Esto era culpa mía.

Sólo cancionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora