¿Y si nuestra vida se pudiese resumir en un puñado de canciones?
¿Qué canciones contarían tú historia?
¿Y la del amor de tú vida?
El sonido de su moto era mi nueva melodía...mi canción favorita.
¿Qué canción te define a tí?
🥀hetero
🥀+18
🥀cont...
El fin de semana fue bien, demasiado corto para tantas cosas que queríamos hacer. Yuta y yo vimos películas, comimos comida basura, leímos libros e hicimos mucho el amor.
Una de las tardes después de llevar un buen rato en la cama, Yuta se quedó dormido y yo aproveché para pintar un rato.
No es que mi novio me estorbase para eso, simplemente es que a veces no tenemos porque hacerlo todo juntos.
Me quedé en el balcón con el caballete y unas pocas pinturas puestas con delicadeza sobre la paleta de madera. Quería dejar volar mi imaginación y pintar como yo me imaginaba a los personajes de mi webtoon pero tenía miedo. ¿De qué? Preguntareis. Pues es simple. No quería que Yuta supiese que tenía pensado una historia de webtoon entera de principio a fin, bueno, ni Yuta ni nadie.
Son de esos secretos sin importancia pero que te hacen ser más humana. Me daba vergüenza que alguien supiese que yo estaba escribiendo, dibujando y editando mi propia historia. No sabía si algún día la llegaría a subir a alguna página, si en caso de que lo hiciese tuviese éxito, si valdría la pena...No sé.
Así que como no me quería arriesgar, hice solo el fondo de una de las escenas. Algo así como el lugar donde se desarrollaría una de las escenas.
Subí una historia a Instagram cuando me sentí lo suficientemente satisfecha de lo que había hecho, claramente nadie sabría el motivo oculto de por qué lo pinté.
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Era algo simple, como un atardecer visto desde cualquier azotea de edificio, nadie sospecharía nada y yo tendría un buen material.
Lo dicho, el fin de semana fue bien así que el lunes cuando fuimos a la universidad lo hice de buen agrado.
Yuta se había ido la noche anterior a su casa para coger algunas cosas y dejar otras así que cuando nos encontramos con los demás en la entrada nos sonreímos como los dos enamorados que éramos.
Todos conversaban alegres sobre lo que habían hecho el fin de semana menos el tal Jungkook, si es que no recuerdo mal su nombre. Aprovechando que yo tampoco conversaba con nadie quise hacerme la simpática y acercarme.
- Hola- dije alegre. El chico me contestó con un movimiento de cabeza a modo de saludo. Era un hueso duro de roer.- Aam, ¿qué clase te toca ahora?- pregunté intentando sonar interesada. El chico siguió con la mirada hacia delante y levanto un pequeño bloc de dibujo como el que yo llevaba en la mano.- Buaa, también vas a dibujo del movimiento- solté algo entusiasmada, creo que no estaría sola en las clases, aunque su silencio me estaba jodiendo un poco, el otro día en mitad de la clase parecía algo más hablador.
El chico asintió y sacó su móvil para buscar algo muy concentrado.
- Creo que coincidimos en un par de clases más- soltó por fin.
- Ah, ¿de verdad?- dije algo incrédula. Volvió a asentir y me enseñó una imagen de su móvil. Su horario.
Tenía razón, coincidíamos en casi todas las asignaturas. Dibujo del movimiento, Fotografía, Pintura mural y Dibujo técnico.
