Capítulo 1

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Bajo del coche mirando a mi alrededor. Parece que Swamp Shore se hubiera estancado a principios del siglo pasado. En frente de mí se levanta la que será mi vivienda durante el próximo año. Sin muchas ganas, me apresuro a subir las escaleras del sencillo y desgastado porche de madera. A continuación, me agacho a coger la llave de debajo del felpudo, donde me dijo el casero que estaría. 

Abro la puerta, recibiendo un gruñido por su parte como bienvenida. Un fuerte olor a humedad y cerrado invade mis sentidos y comienzo a pensar porqué no he escogido otro pueblo para vivir. Los techos bajos, la decoración art decó de los felices años veinte y los fuertes colores de las paredes me hacen sentir extraña y agobiada. Nota mental: encuentra una tienda de pintura pronto. 

Salgo a por las maletas y, tras cogerlas, regreso al interior de mi humilde morada. Lo bueno es que es un sitio tranquilo y podré concentrarme en mis obras sin distracciones, pienso mientras empiezo a colocar mis cosas en las diferentes estancias. Sin embargo, mi momento de paz se ve interrumpido por el horrible sonido del timbre. Desciendo las escaleras con rapidez y abro la puerta. 

⎯Buenos días⎯digo sonriendo a la joven que está en frente de mí.

⎯Buenos días, soy Abby, hija de Arthur, el casero. Me ha pedido que me acerque a ver qué tal estás⎯responde amablemente⎯. ¿Puedo pasar? 

Antes de que pueda decir nada ya ha entrado y se ha sentado en uno de los sillones. Pasa el dedo por la mesilla que tiene en frente. 

⎯Le hace falta un poco de limpieza, ¿no crees? Bueno, a lo que iba, que me enrollo. Quiero comentarte un poco unas normas a las que yo misma he denominado “Reglas básicas de supervivencia en Swamp Shore para no morir en el intento”. Primero, ten paciencia, la vas a necesitar, la gente es un asco. Segundo, hay que respetar al pantano que está situado a un kilómetro de aquí. Por último, pero no menos importante, no salgas a partir de las diez de la noche. Prohibido, es un toque de queda. 

⎯¿Qué? ¿Hay un asesino en serie o algo que hace que no se pueda salir?⎯pregunto estupefacta.

⎯Tú solo haz caso⎯me responde seria y con los ojos ensombrecidos. En un microsegundo cambia el gesto y vuelve a su actitud despreocupada⎯. Eres un poco antipática, ¿no? Ni siquiera te has presentado. 

⎯Ah, sí, perdón. Soy Lacey, Lacey Archer. 

⎯Encantada, Lacey⎯dice sonriendo y dándome dos besos. Se levanta del sillón⎯. Bueno, me voy. Por cierto, en unos días se celebra la fiesta del pantano. No faltes. Adiós. 

Se marcha de mi casa, dejándome con mil preguntas en mi cabeza y una desagradable sensación en el cuerpo que no sabría describir. ¿Qué esconde esta gente? ¿Por qué el toque de queda? ¿Por qué esa adoración al pantano? 

N/A:
Feliz domingo, bambinos! Espero que hayáis disfrutado del capítulo. ¿Qué os parece Abby?
¡Próximo domingo nuevo capítulo!
Hasta la próxima semana, bambinos!

L.Summers☀️

El pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora