Ambos chicos se encontraban acostados en la cama, acurrucados y dándose calor, la noche era tan fría.
-JungKookie... Todo esto duele mucho.
-Lo sé, Hyung, pero sea fuerte, mañana usted ira a ver a TaeHyung y lo arreglará todo.
-Ya me estoy arrepintiendo...
-Hyung, un amor tan bonito no puede acabar así.
Pronto ambos ya estaban dormidos.
Trasladándose a un mundo donde nada era real, donde tus fantasías y miedos se materializaban.
Donde no tenías fuerzas y donde todo parecía real.
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La mañana llegó, suspiros salían de la boca del pálido, su piel cosquilleaba, sentía que si JungKook no estuviera ahí, ya habría salido corriendo.
-Tranquilo. -JungKook le sonrió y él solo pudo relajarse un poco.
Iba a tocar la puerta cuando una risa se escuchó, espera...
Luego se escucharon más, eran dos.
Jimin y TaeHyung.
-¡Devuelvelo! -TaeHyung... TaeHyung estaba riendo, estaba... Estaba normal.
-¿Hyung?
-No puedo.
-¿Que? No entiendo, Hyung, toque la puerta.
-No puedo, JungKook, no puedo.
Esa risa había sido como un balde de agua fría para su cuerpo, TaeHyung estaba bien, y YoonGi... No tenía derecho a quitarle esa tranquilidad con su estúpida vida.
-No lo haré.
YoonGi comenzó a retroceder, alejándose de JungKook como hace un tiempo.
-Hyung por favor... Usted dijo que lo haría y–
-¡No lo haré! -Y salió corriendo.
JungKook iba a ir tras él cuando la puerta se abrió.
-¡YoonGi! Eh, ¿JungKook? ¿Que haces aquí? -TaeHyung tenía el ceño fruncido, los celos volviendo a ser presentes, recordando lo que vio el día de ayer.
-Yo... Eh... Nada, solo...
-Escuché la voz de Yoonie y creí que estaba aquí.
-Seguro lo imaginaste Tae–
-No no, no lo imagine, lo escuché ¿Donde esta? -Kim salió de la casa y caminó para poder buscar a YoonGi, detrás de él, él más pequeño de los tres salió también.