Siento el sudor recorriendo por mi cara, los músculos de mis brazos y piernas duelen, pero todavía tengo tanta energía que no puedo parar. Nunca me había sentido tan decidida por algo en mi vida y el sentimiento me daba cosquillas.
—No puedo creer... —me dijo Lea, lanzándome un golpe a la cara que esquivo para tomar su brazo, jalarla hacia mí y luego pasar mi brazo sobre su cuello, inmovilizándola— tus reflejos son increíbles, no puedo creer que no hayas hecho esto antes, tan solo llevas una semana desde que llegaste a este lugar.
La suelto y decido descansar por primera vez en toda la tarde. Mi respiración está tan agitada y cuando me acuesto en el suelo puedo sentir el latido de mi corazón que hace que mi cuerpo palpite a su ritmo. Lea me imita y se acuesta a mi lado. Puedo escuchar su respiración agitada, ver el sudor en su cara y la vena que sobresale de uno de sus brazos. Las dos ya estamos cansadas, no habíamos parado de entrenar en toda la tarde y, ahora, somos incapaces de pararnos.
—Dime algo Enid, ¿por qué tanta insistencia en aprender? ¿Te preocupa no poder defenderte en la ciudad? ¿Solo quieres tener un pasatiempo? —la mujer a mi costado, me pregunta como si ya supiera la respuesta.
—Solo esperaba... —comienzo a decir, mientras trato de no pensar en la impotencia que sentía al recordar como murió mi novio— convertirme en una heroína y proteger a las personas de mi ciudad. Para vengar a mi novio y honrar sus deseos de ayudar gente.
Me observa y puedo ver su preocupación a través de sus ojos cafés, ella siempre es tan expresiva y por eso siempre me da la sensación de que oculta algo, aunque eso que trata de no decir tampoco es difícil de intuir, sobre todo si recuerdo la razón por la cual he dejado mi hogar y he venido a esta ciudad: la superheroína que cuidaba las calles Lynx, algo me dice que es Lea, es por eso soy tan sincera con ella.
—Vengar a tu novio y honrar a tu novio, son cosas diferentes, ¿lo sabes?; los sentimientos que vas a usar vengando la muerte de tu novio son diferentes a los que vas usar honrando sus deseos e ideales. Enid, no te juzgaré, pero tienes que decidir entre esas dos cosas.
—¿Qué es eso?, ¿un proverbio que saben los superhéroes? —pregunto esperando su reacción, se queda pensativa y luego se levanta.
—Sé que tienes poderes, nadie puede aprender tan rápido, te lo dice una entrenadora de artes marciales mixtas.
No le contesto, pero sé que no hay otra forma de interpretar mi silencio, yo también interpreto sus evasivas como afirmaciones. Camina al otro lado del salón y luego me ve.
—¿Sabes que no va a ser fácil? Aún teniendo poderes va a ser muy difícil. —me dice mientras se preparaba una sopa instantánea que tanto le gustan, asiento— entonces hay que seguir entrenando porque habrá muchas personas a las que tendrás que proteger.
No sé porque acepta tan fácil, pero tampoco lo voy a cuestionar.
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100 Enid
General FictionEnid tiene la capacidad de, no solo curarse a sí misma, sino de revivir, y, aunque no sabe si sus vidas son ilimitadas, ella querrá salvar a todas las personas que pueda. Pero, ¿cuál será la mejor forma de usar sus poderes? En esta historia corta se...