Todavía no puedo acostumbrarme del todo a la luz sobre mis ojos, pero creo saber el lugar en donde me encuentro, no es difícil para mí intuirlo por el olor a químicos, la luz blanca sobre mí, los colores neutros de la habitación, los tubos de ensayo con sustancias que no quiero conocer, las camillas de hospital y una chica acostada en la cama a mi lado... Espera, ¿qué hacía ella en el laboratorio de mi padre?
—Enid, despertaste, te presentó a Amaia Martínez, —habla mi padre apuntándole con el bisturí sobre su mano— ahora está durmiendo un poco, pero...
—Ahora si enloqueciste, ¡aléjate de ella! —grito y me levanto de la cama, me sorprende no estar atada de ninguna forma. Mi padre ni siquiera se sorprendió.
—¿La recuerdas? Es la chica del incendio —me observa serio mientras me acerco a él y veo atentamente a Amaia— ella se recuperó rápidamente de sus quemaduras y no tuvo que ir al hospital. Enid, ella copio tus poderes, ¿no es sorprendente?
—Aléjate de ella.
Nunca me había sentido tan enojada, ver a alguien inocente estando en la misma posición que yo había estado, me molestaba mucho. Siento la adrenalina y la energía recorriendo por mi cuerpo, golpeo su mano para hacer que suelte el bisturí. Mi padre solo me observa con una expresión tranquila, es como si todo lo tuviera planeado, yo solo puedo sentir como mi sangre hierve y calienta mi cuerpo. Golpeo su cara para hacer que se desconcentre por unos momentos, pero mi puño lo tocó más suave de lo que planeaba. De pronto siento como toda mi adrenalina baja, no puedo respirar y mi vista se nubla, porque mi padre hunde su puño en mi estómago, él tiene una mejor técnica de lo que esperaba.
—Que lastima ver que Lea no te enseñó bien
¿Lea? Trató de hablar, pero aún me cuesta respirar bien, ¿cómo es que mi padre sabe sobre Lea? Lo vi caminando tranquilamente a mi lado para llegar al otro lado de la habitación. Trato de evitar lo que sea que quiera a hacer poniendo uno de mis pies enfrente de los suyos, entonces se tropieza y lo sujeto de uno de sus brazos, para evitar que pueda moverse. Comienzo a sentir la adrenalina recorriendo mi cuerpo nuevamente.
Antes de que pueda hacer algo mi padre me golpea la cabeza con su nuca y se libra de mi agarre y se va corriendo al otro lado de la habitación. Trato de seguirlo, pero señala una de las líneas en el piso y me dice:
—Dos metros, si te alejas más de dos metros de Amaia ella dejará de copiar tus poderes y morirá.
Lo observo y luego a Amaia, sé cómo huir del laboratorio, ya lo había hecho antes, pero mi padre parecía tener todo lo que quería en estos momentos, tenía que detenerlo. Veo la línea roja enfrente de mí y sin importar que planee hacer mi padre sé que no podrá dejar que yo muera.
|/'|/
ESTÁS LEYENDO
100 Enid
Ficción GeneralEnid tiene la capacidad de, no solo curarse a sí misma, sino de revivir, y, aunque no sabe si sus vidas son ilimitadas, ella querrá salvar a todas las personas que pueda. Pero, ¿cuál será la mejor forma de usar sus poderes? En esta historia corta se...