Encuentros Casuales

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Aioria - el peli azul, saludo a su amigo castaño -

Milo, de visita? - sonrió con alegría, sin prestarle verdadero interés al acompañante del peli azul - que bueno, te traigo a este amigo, a estado muy inquieto - señaló con su cabeza al cachorro que revolotea en la piernas del francés, motivo por el cual el castaño lo nota - oh? Lo siento, mucho gusto - su sonrisa se amplió al ver al pastor alemán mover la cola - se nota que el pequeño te conoce -

Si, de igual manera - iba aceptar la mano tendida del castaño, cuando perdió el equilibrio - las manos - Camus golpeó sin moderación alguna en su fuerza, las manos del peli azul -

Lo siento - su intención no había sido molestar al francés y mucho menos tocarlo, de verdad, está vez era realmente inocente - solo quería evitar tu caída - y era cierto después del encuentro con Shura en el restaurant, había acompañado a Camus a la salida del lugar, pero su amado cachorro había decidido enrredar al peli aguamarina con su correa, provocando una caída inminente que se apuro a detener -

Si, como sea - entrecerró lo ojos en un claro gesto de no creerle. Ese hombre no le daba confianza, no después de lo dicho por el dueño de Amaltea - no vemos - paso la mano por el pelaje del mimado animal, antes de seguir su camino. Solo una mirada breve, fue su despedida con el peli azul -

Voy a matar a Shura - y esa era una promesa -

Que fue eso? - Aioria sonrió con cierta diversión ante todo lo ocurrido -

***M***

Ya sabes que es algo normal para Kanon - Aioros trataba de disipar la molestia del español, que veía como su oficina era invadida por varias personas -

Sí, además se la debes - el español arrugó aún más el ceño al escuchar al hermano de Aioros - que? Es la verdad y lo sabes - esquivo con agilidad el golpe del peli negro verdoso -

Ya, Shura, calma - el castaño mayor tomo las manos del español, para luego llevar sus manos al rostro de este - está bien, sí? - con cariño acunó el rostro pálido, antes de besar su frente -

Ah! Consiganse un cuarto! - con molestia el de ojos verdes se alejó de la pareja -

Eres un manipulador sabés? - una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro antes de besar al mayor. Aioria tenía razón, se la debía a Kanon, después de todo, gracias al griego ahora tenía la oportunidad de estar así con Aioros -

***M***

Sabes que odio salir por la noche - Sorrento miro mal al francés -

Sí, pero ya acepte. Vamos, acompañame - insistió, al ver al peli lila sin intención alguna de pararse de su cómodo lugar -

Y que? Yo no te dije que lo hicieras. además, no me eh bañado - se cruzó de brazos -

Puedes hacerlo ahora - se cruzó de brazos y rodó los ojos con exasperación. Porque tenía que tener un amigo con este? -

No. Me da pereza - se dejó caer en el sofá frente a la televisión -

Bien. Cuando necesites algo, no cuentes conmigo - Camus tomo sus llaves y billetera, para luego abandonar el departamento, dando un portazo -

Bueno - se encogió de hombros para seguir en lo suyo, ya luego lidiaría con el enfado de su amigo -

***M***

Ven, Antares, ven - Milo llamo al cachorro que corría por el parque cercano a Amaltea -

Está hermoso, me alegra habértelo entregado - Mime sonrió al ver al cachorro tan saludable - se a adaptado bien a ti, cierto? - ojos naranjas siguieron al perro por largo rato -

Al inició, me temía mucho y era muy desconfiado - recordó el griego - pero con el tiempo a aprendido a quererme - silbó y el cachorro corrió a su encuentro -

Es bueno saber que los traumas no le duraron para siempre - se acercó para acariciar al can, que feliz recibió las caricias - comienza a hacer frío - alzó la vista al cielo. Las nubes comenzaban a cubrir el cielo, e indicios de lluvia se podía observar -

Vienes a Amaltea? - cuestionó el abogado -

Tengo turno mañana, y se cómo son las reuniones de Kanon - sonrió con diversión - nos vemos - se elevó un poco sobre las puntas de sus pies para plantar un beso en la mejilla del griego - cuídate - le guiñó y le regaló un sonrisa coqueta, sorprendió al peli azul. Desde cuándo Mime hacia algo así? -

Como sea - sacudió su cabeza unas cuantas veces antes de iniciar su camino en dirección a Amaltea -

***M***

Camus? - Mu sonrió al ver a su amigo en el lugar -

Hola, Mu - trato de actuar normal -

Me alegra verte, te invitó Milo? - el peli lila trato de unir puntos y saber cómo su amigo había terminado en esa reunión -

Algo así, sí - aceptó y busco no mostrar el malestar que le provocó la mención de ese nombre -

Todo bien? - ojos azules le escanearon en una búsqueda de saber que le pasaba -

Sí, solo que no conozco a nadie - se limitó a responder -

Sorrento no vino? - se acomodó junto al francés, ya luego hablaría con Shaka para explicarle el porque no regreso con él -

Sabes que odia salir de noche - se encogió de hombros como si realmente no le importará -

Cierto - asintió en compresión, para luego mirar todo el lugar. Dónde estaba Milo y porque no estaba acompañando a Camus -

Ya sabes si regresarás? - Mu parpadeo al no entender del todo, por el cambio de tema radical - Shion está aún pasó de venir a buscarte -

Lo sé. Solo que...- se mordió el labio inferior. Aún no sabía cómo decirle a su hermano que no regresaría, porque le gustaba el lugar donde estaba ahora, en todos los sentidos -

Camus? Sabía que eras tú - peli aguamarina y peli lila giraron al encuentro del dueño de la voz, para encontrarse con un conocido en común - cuánto tiempo?! - la sonrisa se ensanchó del recién llegado -

...hola - Camus dejó salir un suspiro de sorpresa, mientras Mu solo podía ver con angustia al ex novio del francés. Dónde estaba Milo cuando se lo necesitaba? -

***M***

Quien invitó a ese? - Kanon se encogió de hombros ante la pregunta del peli azul menor -

No idea. Sabes que ni me agrada - se cruzó de brazos y frunció el ceño, al ver cómo entablaba una rápida conversación con el interés amoroso de su amigo. Eso iba a causar problemas en sus planes -

Diablos y ahora, que Camus no me quiere ni hablar - gruño el de ojos turquesas - y lo peor es que ni se lo que hice para molestarlo -

Tu simple presencia es molesta - trato de bromear el gemelo menor -

Hablo enserio - expreso con fastidio -

Y yo - se cruzó de brazos - ven, vamos a buscar al rubio, así tenemos un pretexto para llegar a interrumpir - con esa meta trazada ambos peli azules se dispusieron a buscar a Shaka. Nadie se atreve a meterse en su unión de parejas y se quedaba ileso -

AsistenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora