Por Amor

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Cuando él era solo un niño, nunca tuvo la necesidad de nada, mas que la atención de su madre. Era listo, bonito y era miembro de una de las familias más acomodadas del lugar. Que más podía pedir?, Eso era lo que todos decían, pero siendo el un niño solo quería que su mamá le abrazara y le dijera que tan importante era el para ella. Eso jamás pasó.

Todo fue un caos, no recordaba exactamente qué pasó o cómo llego a ese hogar. Todo fue confuso. Un día están en la casa con sus padres y al siguiente solo había un montón de personas entrando y saliendo de su casa, haciendo preguntas y hablando entre ellas, ignorandolo como si no existiera. Cuando se quiso dar cuenta, ya estaba subido en un auto, alejándose de lo que fue su hogar por tanto tiempo, dejando atrás su pasado y su vida.

Pasó de tutor a tutor, muchos de sus familiares se quisieron hacer cargo de él, pues todo lo que sus padres poseyeron quedó en sus manos, y de aquellos que lo cuidarán.

Dolió solo ser un objeto bonito, que debía ser cuidado por lo valioso que era. Solo un objeto en una casa y nada más.

Me llamo Afrodita - hablo con calma y elegancia, de esa manera que le fue instruido por tanto tiempo. Toda su educación se había arraigado en él, no había forma de cambiarlo -

Soy Angelo - saludo de manera impersonal y algo desfachada para el gusto del peli celeste -

Ese fue el inicio de una amistad, que lo llevaría a conocer un hogar, dónde tuvo un hermano, que lo cuidó, lo amo y lo ayudo. Solo tenía 10 cuando lo conoció, podían culparlo por aferrarse a la persona que le demostró cariño?

Los años convirtieron el cariño en amor. Un amor que no fue correspondido, un amor unilateral, que lo llevo a sufrir y alejarse por su bien.

Lo que una vez fue, ya no volvería a ser. Porque cometió el peor de los errores, enamorarse de alguien que no quería su amor.

De que sirve ser listo, bonito y rico, si a nadie le importas? Esa fue la pregunta que se hizo más de una vez, y la pregunta que lo acompaña hasta en sus días actuales...

Yo lo haré, solo descansa - Dite parpadeo rápidamente para evitar que sus ojos dejarán caer las lágrimas que se habían acumulado en estos. Odiaba ser débil, pero de verdad es que le dolía. Todo había llegado aún punto en que ya no podía más, era como si por más que buscará una salida no la pudiese encontrar - Mu, acompañalo - el peli lila asintió a las palabras del rubio. Había tantas cosas que no entendía, apesar de llevar años trabajando en el lugar, y una de ellas era la extraña relación que había entre su rubio jefe y Dite, porque apesar de llevarse como perro y gato había una preocupación mutua, no vista fácilmente pero allí estaba, y ahora era uno de esos momentos - descansa - fue lo último que dijo el rubio para dejar a los asistentes solos -

Vamos - Mu ayudo a Dite a dejar todo en su lugar, para partir de la oficina -

Gracias - murmuró y el peli lila sintió pena por la situación del mayor, porque en el tiempo que lo conocía jamás le había visto tan deprimido. Tenía que ayudarlo -

***M***

Es él? - la gente del parque miro con curiosidad y sospecha a los dos jóvenes que sobre una banca veían con binoculares, Sorrento, la tienda de mascotas - pues, todavía eres más lindo. Solo muestra un poco de carne y verás que Milo solo tendrá ojos para ti -

Podrías dejar eso - el francés le quitó los binoculares, mientras fruncía el ceño a la gente que los miraba que al ver la acción del francés decidieron continuar en sus asuntos e ignorarlos - no quiero hacer eso. Tengo dignidad, sabes? -

Sí, bueno - hizo un puchero al escuchar las palabras tan frías del mayor. Ya debería estar acostumbrado, Camus fue, es y sería así siempre - pero quieres a Milo a tu lado, sí o no? - le miro serio, dejando de lado su intensión de divertirse con la vida amorosa de su amigo -

La verdad, no lo sé - se cruzó de brazos y dejó salir un suspiro - apenas y lo conozco. Hasta el momento creo que es más atracción física que otra cosa -

Y? - movió la mano invitándole a continuar con el hilo de ideas que seguramente estaría formándose en esa cabeza peli aguamarina -

Que no creo que lo ideal sea estar haciendo esto - señaló a ambos, para aclarar su punto -

Pues la verdad, puede que tengas razón - se encogió de hombros - pero sabés, hablando se conoce a la gente - indicó con su menton al parque, haciendo que el francés que lo veía se volteara a ver a quién señalaba, encontrándose con Milo, Antares y aún castaño que recordó conocer en Amaltea, Aioria, si no se equivocaba - nos acercamos? - sonrió con malicia y diversión -

No - negó rápidamente al ver las intenciones del peli lila - ni lo pienses - gruño al ver a Sorrento ponerse de pie y dar un paso hacia el peli azul y compañía -  si lo haces te juro... - Camus sintió que su alma se iba, cuando vio a su amigo verle con diversión y aumentar la velocidad de sus pasos, el muy condenado estaba caminando de espaldas por lo que podía ver su rostro lleno de burla -

Me lo agradecerás te lo asegu... - Sorrento solo sintió un choque que lo hizo trastabilar, y hubiese caído sino fuera por la mano que atrapó su brazo -

Auch! Eso debió doler - Camus fingió preocupación, cuando realmente quería reírse de lo ocurrido con su amigo, se lo merecía por metiche -

Estas bien? - ojos verdes se encontraron observando al peli lila con preocupación -

Ya lo rompiste - Milo y Aioria atraídos por la escena se habían acercado haber lo que ocurría - Kanon, deberías fijarte por dónde vas - lo regaño con cierta burla el peli azul menor -

Oye, estaba atendiendo una llamada. Además salió de la nada - ayudo al menor a ponerse de pie - deberías caminar con cuidado - se dirigió ahora a Soyrento que se mantenía callado y cohibido, algo que extraño al francés -

Sorrento? - llamo al ver que no reaccionaba -

Oh! Lo siento - río nervioso y desvió la mirada, buscando tragarse la vergüenza pública - estaba distraído -

No hay problema - Kanon negó y codeo a Milo para que prestará atención a la compañía del chico que casi caía de cara al suelo del parque -

Oh! Hola, Cam - Aioria miro con curiosidad la manera tan estúpida de hablar del peli azul, algo se estaba perdiendo -

Hola, Milo, Kanon y Aioria - saludo con cortesía - sentimos el accidente, mi amigo está un poco mal de la cabeza - se vengaria por las burlas del menor -

Yo? Sí, sí...hola! - ya luego golpearía a Camus, ahora debía centrarse en el plan Milo x Camus - Sorrento es un gus... - una vena de enfado latió en su frente, estaba seguro, pues lo habían vuelto a interrumpir, es que nadie sabía sobre el "cuando un burro habla los demás paran la oreja" -

Hola, chicos, siempre vienen a adoptar? - Mime había visto todo desde la tienda de mascotas y al reconocer a sus amigos había ido a verlos -

Si, venía por eso - Milo respondió señalando a Kanon, que asintió -

Ok. Vamos entonces - para el peli azul mayor y el peli lila, no pasó desapercibida la molestia del francés al ver a Mime tomar el brazo de Milo. Algo se traía el peli naranja, y eso lo descubrirían -

AsistenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora